El uso del dinero en metálico como método de pago está a la baja. Cada vez son más los que usan la tarjeta o el móvil para hacer sus compras, pero a pesar de que el empleo del dinero en efectivo no está tan generalizado como hace unos años, la economía sumergida y el fraude fiscal son una de las grandes preocupaciones de Hacienda, que sigue vigilando muy de cerca las transacciones con esta forma de pago.
Con la pasada modificación, el Ministerio de Hacienda decidió rebajar la cantidad que se puede permitir con un movimiento de monedas y billetes, por lo que 1.000 euros es ahora el máximo de dinero en metálico con el que se puede pagar en tiendas.
Pero esta no es la única medida que se ha aprobado, lo que muchos desconocían es que ahora comercios y bancos pueden rechazar a aceptar tu dinero en efectivo como pago si va más allá de 50 monedas.
Sin ir más lejos, el Banco de España lo puntualiza en su web:
“Debes saber que tu banco no tiene obligación alguna de aceptar más de 50 monedas en un pago, salvo que realice actividades delegadas de caja pública, lo que ocurre, por ejemplo, cuando cobra impuestos y tasas municipales.”
¿Cómo se traduce el límite de mil euros a los pagos en efectivo para el
ciudadano?
No podremos fraccionar pagos. Si la factura supera los mil euros, no podrá efectuarse en distintos plazos en metálico. De hecho, incluso para contratar el servicio de un profesional que requiera de varias facturas deben sumarse todas y que el conjunto no supere el máximo establecido. Tampoco importará el periodo de tiempo en el que se emitan estas.
Comprar a plazos. Esto tampoco podrá efectuarse, al igual que con las facturas, lo que importa es el total del importe, no el tiempo que pueda pasar entre un pago y otro o el total de plazos.
Pagar algo que estaba presupuestado en 1.000 euros. En los casos en los que un producto o servicios tenía un valor por encima de los mil euros antes de implementar la nueva medida y vamos a pagarlo ahora en su totalidad o a plazos, no habrá sanción por las cantidades pagadas antes, pero ahora si superan esa cifra ya no se podrá admitir más pagos en efectivo.
Distintas compras en un mismo comercio durante ese día. Imagina que en solo un día decides realizar varias compras en la misma tienda por bienes que no superen los mil euros, por ejemplo, distintos componentes para montar un ordenador que sumen más de mil euros. En estos casos si se detecta el movimiento, el comercio podría verse en una sanción que tan solo podría revocar demostrando que el cliente fue atendido por distintos empleados, como suele ocurrir en grandes almacenes.
En cambio, en los casos en los que los bienes adquiridos no tengan relación, no habría problema y se podrá seguir operando dentro del límite de mil euros por producto.