Electricidad, Carburantes y Alimentos presionan los precios
Siete grupos de doce se encarecen más del 2%
El efecto de segunda ronda al resto de grupos cada vez mas notable
La inflación de la Región de Murcia rompió levemente en enero con la senda ascendente que había caracterizado a la gran parte de la anualidad anterior. En particular, el Índice de Precios de Consumo (IPC) alcanza una tasa de variación interanual del 6,2%, frente al 6,3% de diciembre. Se trata una cifra elevada que se sitúa no obstante muy cercana a la nacional (6,1%).
Aunque las tensiones inflacionistas están presentes cada vez en más grupos, las principales presiones provinieron de tres de ellos. El primero, gastos asociados a Vivienda, con un repunte del 17,2% (frente al 22,6% de diciembre), debido al coste de electricidad, gas y otros combustibles domésticos (+41,8%, algo más contenido que el 59,0% de un mes antes). El segundo, Transporte, con un encarecimiento anual del 12,5% (tasa idéntica a la del mes anterior) donde juegan un papel relevante los Carburantes y combustibles (+25,5%). El tercero, Alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa se sitúa en el 4,7% (cuatro décimas menos).
En los nueve grupos restantes, cinco aumentan su tasa anual, dos la reducen y otros tantos la mantienen inalterada. En todo caso, los valores oscilan entre un mínimo del -0,6% en Comunicaciones, y un máximo del +6,7% en Vestido y Calzado.
Si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles como alimentos no elaborados y energía, se tiene que la denominada inflación subyacente repunta nueve décimas, hasta el 2,8%, tasa superior a la nacional (2,4%).
En definitiva, la inflación regional arranca el año en niveles muy elevados, similares a los de diciembre y los mayores de los últimos treinta años. Aunque dicha presión se explica principalmente por el componente energético -que alcanza sus encarecimientos más elevados de prácticamente las dos últimas décadas-, comienza a apreciarse una traslación importante a otros grupos. De hecho, siete de los doce grupos que componen la cesta de la compra rebasan ya el objetivo general recomendado por el Banco Central Europeo, establecido en tasas cercanas al 2%. Al acumular además encarecimientos de cierta magnitud los bienes de primera necesidad, se podría ver afectada la capacidad de consumo de los hogares -especialmente los más vulnerables-, con las consecuencias nocivas que ello tendría sobre la actividad económica.