La suspensión de los aranceles entre la Unión Europea y Estados Unidos debe ser la primera de una serie de buenas noticias relativas a las relaciones comerciales de España y Europa con terceros países. Así lo creen desde UPA, que esperan que esta decisión geopolítica marque la senda del futuro en el tema del mercado mundial de alimentos.
Desde UPA creen que la imposición de aranceles fue una medida de guerra comercial puesta en marcha por el anterior Gobierno de Estados Unidos, totalmente ajena al propio sector agroalimentario, pero que dejó graves efectos en este. La suspensión –por cinco años, de momento- de estos aranceles abre una puerta a recuperar mercados que valoran en gran medida los productos españoles.
Aceituna de mesa, aceite de oliva, vinos, quesos y cítricos serán los productos más afectados por esta suspensión de aranceles. Se da el hecho de que desde la cancelación temporal, hace tres meses, España ha recuperado ya la venta de 100.000 toneladas de aceite en el mercado americano.
UPA cree que esta suspensión debe servir para que las relaciones comerciales con terceros países se desarrollen con “transparencia y justicia”. Y han citado bloqueos comerciales como el veto ruso, que sigue vigente desde 2014 y ha provocado pérdidas millonarias. Y otros acuerdos que no están basados en la reciprocidad, como es el caso del acuerdo UE-Marruecos o el Mercosur, que deben renegociarse de forma justa.
UPA anima al Gobierno y a la UE a acompañar la cancelación de los aranceles con planes de promoción y ayuda a la exportación de productos alimentarios. El objetivo: recuperar mercados que nunca debieron perderse y que pueden suponer una gran oportunidad de futuro para el medio rural español.