El consumo de agua del aguacate es proporcional a su incomparable valor nutricional
El aguacate, además de sus beneficios a la salud por su alto aporte de vitaminas, minerales y proteínas, fundamental para mantener un estilo de vida sano, es uno de los alimentos que ha evolucionado con el tiempo para afianzar su posicionamiento como uno de los más sostenibles, mediante la introducción de avances que han permitido reducir su huella hídrica en el cultivo y la producción a niveles que se sitúan por debajo de la media global.
"Existen muchos falsos mitos sobre el consumo de agua en la producción de aguacate, cuando lo cierto es que progresivamente hemos introducido innovaciones que han llevado a este producto a tener una huella hídrica bastante baja, por debajo de los estándares internacionales. Además, el empleo de estos recursos naturales supone un retorno nutricional extraordinariamente alto en comparación con otros alimentos, incluso de origen vegetal", explica Xavier Equihua, CEO de WAO, a propósito del Día Mundial del Agua.
La implementación de mejoras en los procesos de cultivo de la llamada "fruta de la vida" han dado como resultado que la cantidad necesaria de agua para producir un kilo de aguacate sea de unos 600 litros, según datos de la Organización Mundial del Aguacate (WAO). Esto se traduce en un paso trascendental teniendo en cuenta que los productores utilizan como base el promedio mundial de entre 800 y 1.000 litros de agua por cada kilo, lo que quiere decir que el aguacate, no sólo figura entre los alimentos que menos recursos hídricos utilizan, sino que además afianza su estrecha relación con el medioambiente optimizando sus procesos.
La huella hídrica del aguacate es mucho menor en comparación con otros alimentos cultivados en tierra y de consumo cotidiano en España, como es el caso el caso de los plátanos, cuya producción suponen unos 790 litros de agua por kilo, o de las manzanas (822 litros por kilo). La diferencia se acentúa y hasta se cuadruplica frente a otros productos también de origen natural, como el caso de la leche (1.020 litros), los cereales (1.644 litros por kilo) y el arroz (2.487 litros por kilo). Incluso, la producción de las aceitunas conlleva un elevado uso de recursos hídricos: 3.025 litros de agua por cada kilo obtenido.
En el caso de las carnes y sus derivados la brecha de la huella hídrica se amplía considerablemente, superando los 15.000 litros de agua por cada kilo, de acuerdo a los datos del IME (Institution of Mechanical Engineers). Otro de los productos con una alta demanda en el mundo y que implican un enorme gasto de agua para su producción es el chocolate, con más de 17.000 litros de agua por kilo.
Procesos eficientes para una producción sostenible
Esta importante reducción en el uso de agua es resultado de enormes esfuerzos que han emprendido los productores de aguacate en todo el mundo, especialmente en los mercados clave de Europa (como es el caso de España), América y África, para optimizar el uso de los recursos y minimizar el impacto en el medioambiente y en las comunidades implicadas. Uno de los puntos a favor es que la mayoría de las zonas donde se cultiva son de altas precipitaciones buena parte del año y en aquellas más secas se han implementado sistemas de riesgo eficiente, mediante un consumo inteligente de agua.
"En los últimos años nos hemos enfocado en hacer fuertes inversiones en innovación y tecnología para conseguir que el cultivo y producción sea más respetuoso con el ecosistema. Una de las alternativas es la reutilización y aprovechamiento de todas las fuentes hídricas de las zonas de producción, como el caso de las épocas de deshielos cuando comienzan las estaciones de calor en los Andes. Pero también estamos centrados en investigar otras alternativas que nos ayuden a optimizar todos los procesos y garantizar las condiciones idóneas, sin que esto suponga mayor consumo de recursos naturales", indica Xavier Equihua.