El proyecto para la Gestión de los Residuos Agrarios (GIRA) se crea con el objetivo de ser la primera plataforma del mundo rural que promueva iniciativas para ofrecer soluciones a la gestión de los residuos que se generan en el ámbito agropecuario. En este momento, el proyecto GIRA, que cuenta ya con el apoyo del Ministerio de Agricultura y con el Ministerio para la Transición Ecológica, está integrado por Cooperativas Agroalimentarias de España, y las principales Organizaciones Profesionales Agrarias, ASAJA, COAG y UPA, como representantes y conocedores de primera mano de la actividad agraria y por ende de los problemas a los que se enfrentan los productores con la gestión de los residuos. El siguiente paso es complementar la experiencia del sector agrícola con la de agentes representativos del sector ambiental. A través de la web del proyecto GIRA iremos añadiendo información sobre el análisis de los residuos agrarios, identificación de los flujos más problemáticos y que pueden estar acarreando un riesgo ambiental. Además de soluciones e iniciativas que se puedan plantear desde GIRA como experiencias piloto de recogidas de residuos o cualquier iniciativa que se acuerde en las reuniones de la plataforma.
La problemática
La buena gestión de los residuos es beneficiosa para el medio ambiente y el desarrollo sostenible y en el ámbito de la agricultura como cualquier sector de carácter profesional se generan infinidad de residuos que han de gestionarse obligatoriamente. Entre ellos están los plásticos de invernadero, acolchados, ensilados, tuberías para el riego, cuerdas, protectores, postes, las trampas de uso agrario, etc. El agricultor debe tratarlos por su cuenta contratando a un gestor autorizado y realizando múltiples gestiones administrativas salvo que se cuente con una solución colectiva establecida que se lo facilite.
Esta complicación repercute negativamente a la hora de reciclar los residuos que se generan en una explotación agraria. “Desde GIRA pensamos que facilitar la gestión es fundamental para que el agricultor pueda cumplir con la normativa y evitar generar un impacto negativo sobre el medio ambiente” , explica Rocío Pastor, Coordinadora del Proyecto GIRA. Pero para ello, lo primero que hay que hacer es identificar los flujos de residuos que generan mayor complicación en la gestión y que por su naturaleza, y su cantidad, pueden ser más nocivos para el medio ambiente. Luego, tratar de buscar una solución parcial y temporal a la espera de que la normativa de residuos establezca mecanismos para regular todos los residuos industriales de carácter agropecuario.