Tener una buena herramienta de financiación de pagos online puede incrementar las ventas de un ecommerce hasta en un 43%.
El 2020, además de pasar a la historia como el año en que la COVID-19 supuso una crisis mundial, también ha traído consigo importantes desarrollos para sectores como el del ecommerce; potenciando la omnicanalidad de las empresas. Las ventas a través de Internet han tenido que desarrollarse en un tiempo récord para satisfacer las necesidades de unos usuarios que, durante un período de tiempo determinado, tan solo pudieron realizar compras a través del ordenador.
Aunque, hasta el pasado mes de marzo, la digitalización del comercio y las compras a través de Internet estaban experimentando un crecimiento sostenido, en la actualidad, y con datos en la mano, se puede afirmar que 22,5 millones de personas ya realizan compras online en España. De esa cifra, 2 millones de ellos han descubierto las ventajas de la compra online durante, o después, del confinamiento. De hecho, según Google, el 70% de las compras que se realicen durante este Black Friday se realizarán de manera online; por lo que es aconsejable que las empresas ofrezcan una experiencia al usuario en este nuevo hábito de consumo y potencien su personal en el departamento relacionado con la venta online.
A nivel comercial, la última parte del año puede llegar a ser una de las que más conversión genere a las empresas. Sin embargo, debido a la cantidad de campañas prenavideñas que están planificadas en el horizonte de los comercios, como el previamente mencionado Black Friday, el Ciber Monday o el Singles Day, celebrado la semana pasada, es necesario que estos últimos cuenten con una estrategia sólida de venta, comunicación y planificación de recursos, si se quieren aprovechar al máximo para dar salida al exceso de inventario que no se pudo vender durante los meses pasados. Aparte de esto, los retailers se enfrentan a un desafío añadido: las campañas de este año tienen unas características muy diferentes a las anteriores. Anteriormente, el Black Friday estaba pensado para durar 24 horas, cobrando así mayor importancia la compra impulsiva. En la actualidad, no solo se está experimentando un cambio en el comportamiento del cliente, donde el consumo responsable ha ganado peso, sino que no se concibe acudir presencialmente a una tienda llena de personas que quieren aprovechar una promoción temporal. Por este motivo, las empresas están alargando estas promociones específicas de manera que, incluso, algunas de ellas pueden llegar a durar hasta un mes, como es el caso de Amazon, que ya ha empezado una campaña que se alargará hasta diciembre.
Otra de las consecuencias que ha traído consigo la pandemia es una mayor concienciación, responsabilidad y empatía de los consumidores. Aunque esto es un cambio que ya se notó en temporadas anteriores, un estudio llevado a cabo tras el Black Friday del año pasado reflejó que un 40% de los consumidores afirmaron preferir las marcas que mostraban medidas sostenibles en sus políticas, siendo esto un factor decisivo a la hora de finalizar la compra. Este punto es de vital importancia para las empresas y debe estar presente en sus campañas de marketing: se está produciendo un cambio generacional en el que los consumidores del futuro están más concienciados con el medioambiente, cambiando así sus hábitos de compra en donde, por ejemplo, la calidad del producto cobra fuerza frente a la cantidad.
A los retailers les espera una época de intenso trabajo: tres meses de campañas y después vienen las rebajas. Aunque pertenecen al siguiente año fiscal, hay que tenerlas en cuenta en la planificación. Los minoristas no solo deben garantizar tener stock durante todo este trimestre, sino que además deben contar con una buena logística, propia o externa, que garantice la recepción y preparación de la mercancía y, por último, garantizar la mayor cantidad de comodidades al usuario, y esto incluye el ámbito de pago. En este punto, y para garantizar una experiencia de usuario completa, es recomendable ofrecer, además de varias opciones a la hora de llevarlo a cabo, posibilidades de financiación. Este detalle puede ser el hecho que marque la diferencia entre una compra realizada o perdida en un momento social diferente al que las empresas están acostumbradas. Hablando con datos, tener una buena herramienta de financiación de pagos online, como puede ser Viabill, puede llegar a incrementar las ventas de un ecommerce hasta en un 43%.
En palabras de François-Xavier Bacourt, CEO de StayHumbleOrNot, marca de ropa deportiva sostenible: “Incorporamos un sistema de financiación a nuestra web hace 6 meses. En este tiempo hemos observado que el ticket medio del cliente que aplaza los pagos es más elevado que el del cliente que no lo hace. En concreto, la media de gasto en nuestra web se sitúa en unos 70 euros en pago único y 100 euros en pago aplazado”, y añade: “En nuestra experiencia, ofrecer mayor flexibilidad a nuestros clientes nos ha ayudado a mejorar la tasa de conversión”.
Si ya el año pasado se registró un aumento de tiendas online que ofrecían la posibilidad del pago aplazado a sus clientes, este año, y con la digitalización que estamos viviendo en torno al sector, se convierte en un obligado para finalizar el año con buenos datos de conversión.