El potencial económico de la transformación digital que caracteriza la cuarta revolución industrial, conocida como Industria 4.0, puede generar también profundos cambios en las relaciones laborales y afectar negativamente a los derechos de los trabajadores, según advierten diferentes expertos en un libro de reciente publicación, resultado del proyecto de investigación liderado por el docente de la Politécnica de Cartagena Djamil Tony Kahale Carrillo.
Investigadores de diversas disciplinas, desde el Derecho a la Ingeniería, pasando por la Economía, la Sociología y la Psicología, y de cinco universidades españolas acaban de publicar el libro ‘El impacto de la Industria 4.0 en el trabajo: Una visión interdisciplinar’, desarrollado en el marco de un proyecto financiado por el Programa Regional de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de la Fundación Séneca.
Los autores de la publicación son investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena, la Universidad de Murcia, la Universidad Rey Juan Carlos, la Universidad de Extremadura y la Universidad a Distancia de Madrid. El libro está publicado por Aranzadi y se puede encontrar, tanto en versión electrónica como en papel.
Entre las vulnerabilidades que afrontarán los trabajadores de las nuevas industrias tecnológicas, el coordinador de la obra, Kahale Carrillo, avisa en el capítulo que firma de las posibilidades de esquirolaje tecnológico que la implantación de la Industria 4.0 da a las empresas para desactivar la efectividad de las huelgas de sus empleados. El investigador de la UPCT ha participado en el programa divulgativo de TVE ‘La Universidad responde’, que se emite este martes en La 2, explicando cómo se prevé que impactará en el empleo de la nueva revolución industrial.
El catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Extremadura Ángel Arias concluye en uno de los capítulos del libro que “el fin del trabajo no llegará con la Industria 4.0” pero sí vaticina una modificación del “contrato de trabajo como institución”.
La catedrática de esta misma área en la Universidad de Murcia Carmen Sánchez Trigueros ha estudiado por su parte la regulación del derecho a la desconexión digital, calificándola de “timorata, insuficiente y técnicamente imprecisa”. La necesidad de introducir perspectivas de género, para evitar discriminaciones, en la conciliación de la vida familiar y laboral es la conclusión del capítulo redactado por otra catedrática de Derecho del Trabajo, Carolina San Martín.
En el ámbito de la educación superior, el profesor de Ingeniería Telemática de la UMU Pedro Ruiz destaca que “la necesidad de contar con profesionales formados y preparados para las nuevas necesidades va a suponer un gran reto para las universidades”.
El volumen también trata temas polémicos como el uso de dispositivos de videovigilancia en el ámbito laboral y otras tecnologías de control sobre el trabajador, así como sobre el estatus de los trabajadores de las plataformas digitales que han sido empleados como falsos autónomos. “El reconocimiento expreso de la condición de empleado concedería inmediata y automáticamente a este colectivo beneficios y derechos”, explica la profesora de la Universidad de Murcia María Elisa Cuadros.
Otra docente de la UMU, María Belén Fernández Collados, apunta a la necesidad de que la negociación colectiva regule la correcta utilización de las tecnologías propiedad de la empresa y las del propio trabajador, “no limitándose a una simple tipificación del régimen disciplinario del uso indebido”, sostiene.