Informe sobre la "Ganadería Extensiva con vistas a la nueva PAC (2021-2027)"

Fuente:

Informe sobre la

El nuevo marco de Política Agraria Común tiene que ser un acicate en la gestión del territorio, una herramienta que permita hacer frente de manera adecuada y encontrar soluciones a los grandes desafíos a los que nos enfrentamos: el cambio climático, el despoblamiento rural, la dignidad de nuestros agricultores y ganaderos, la diferenciación de los productos de calidad, la concienciación de los consumidores, el equilibrio en las cadenas de valor.

La Fundación Savia, FEDEHESA y la Cátedra de Ganadería Ecológica-Ecovalia, de la Universidad de Córdoba han elaborado un extenso Informe sobre la Ganadería Extensiva con vistas a la nueva PAC (2021-2027), con el fin de colaborar con la administración central y autonómicas a la hora de diseñar el Plan Estratégico Nacional Agrario.

Del resumen del mismo se pueden extraer algunos párrafos como los siguientes:

"La Ganadería Extensiva y la Dehesa se perfilan como dos elementos esenciales en la nueva PAC (2021-2027), para que España pueda alcanzar los objetivos climáticos y medioambientales del Acuerdo de Paris (2015) y el Pacto Verde Europeo (2019). Ambas constituyen una potente garantía de que España va a cumplir con el objetivo del 25% del suelo ecológico para el año 2030, ya que muchas de ellas reúnen los 2/3 de los requisitos exigidos del Reglamento europeo 2018/848 sobre Producciones Ecológicas".

"La Ganadería Extensiva española y su obra maestra, la Dehesa, tiene más importancia en la nueva PAC (2021-2027) por la función socio-medioambiental que realiza que el servicio que presta como proveedora de alimento para la población".

El Informe se realiza teniendo en cuenta las exigencias medioambientales de la nueva PAC, y partiendo de la base de los siguientes hechos:

España, debido a sus características de clima y suelo, es un país eminentemente pascícola-ganadero. De sus 50,6 millones de hectáreas, solo 17,5 millones son cultivables (34% del territorio nacional). El resto, es pastoreable (46% del territorio). El pastoreo, durante siglos, con sus 165 razas autóctonas que han sido fundamentales para conseguir en nuestro país el equilibrio adecuado desde el punto de vista socioeconómico, cultural y medioambiental.

La superficie de pastoreo en España superaba los 23 millones de hectáreas cuando entramos en la CEE y se empezó a aplicar la PAC. En estos momentos, solo se le reconoce en Bruselas 5,9 millones de hectáreas (Pastos Permanentes).

Durante este periodo de tiempo (1987-2019), se ha ido renunciando al aprovechamiento de los pastos en 17 millones de hectáreas, lo que supone, todos los años, un dispendio económico superior a los mil millones de euros, valorando las pérdidas al precio que hoy tiene en el mercado la unidad alimenticia para el ganado.

La falta de interés demostrada hacia los pastos españoles queda patente en que dentro de la PAC (2013-2020), los ganaderos de extensivo solo poseen el 21,6% de los Derechos de Pago Básico (DPB), y lo que es peor, solo reciben el 14,6% de las Ayudas a la Renta (Pagos Directos) que llegan a España desde Bruselas.

La discriminación de la ganadería extensiva desde la PAC, nos ha llevado a que un ganadero de extensivo reciba como Ayuda a la Renta (Pago Básico) una cantidad media anual de 77 euros por hectárea, mientras que un agricultor recibe de media 190 euros por hectárea y año (113 euros más por hectárea).

Este injusto reparto ha dado lugar a una pérdida patrimonial (quiebra), con el cierre de centenares de miles de explotaciones ganaderas familiares y el lógico abandono de los terrenos de pastos. Hecho que se puede comprobar en el último trienio oficialmente contabilizado (2013-2016), en el que la única superficie agraria de España que ha descendido han sido los Pastos Permanentes, en un peligroso 4,3%.

Mientras tanto, durante este período de aplicación de la PAC, y abandono de los pastos, se han quemado en España más de 5 millones de hectáreas, coincidentes con las zonas no pastoreadas, y paralelamente, se ha producido una preocupante Despoblación en más del 80% de los municipios que se encuentran en estas zonas rurales.

Esta situación es francamente inquietante, pues está científicamente demostrado que los ecosistemas de pastoreo son elementos claves y esenciales para revertir la pérdida de biodiversidad, detener el cambio climático y prevenir futuras pandemias, ya que su abandono y degradación aumenta el riesgo de aparición de enfermedades zoonóticas (OMS, OIE Y FAO) que acaban con la vida de las personas, destrozan la economía y alteran todas las esferas de la sociedad (COVID-19).

El futuro éxito la ganadería extensiva debe basarse en considerar a los animales no solo como máquinas de producción de alimentos para la población sino manejarlos como herramientas o instrumentos de conservación de ecosistemas agrarios sanos y equilibrados. En este sentido la Ayuda a la Renta (Pagos Directos) que reciban los ganaderos de extensivo tienen que descansar en un pago compensatorio justo por hectárea pastoreable (Ayuda Básica). Sustentar esta ayuda en un pago complementario por número de cabezas puede dar lugar a errores de manejo muy importantes a la hora de gestionar la carga ganadera (sobrepastoreo).

Urge la separación conceptual administrativa de la Ganadería Extensiva y de la Ganadería Industrializada, ya que se trata de dos subsectores muy distintos y diferenciados dentro de la Ganadería, en la que la extensividad es considerada actualmente una solución social y medioambiental, y la intensividad está provocando cada día más rechazo social debido a los graves problemas medioambientales y de bienestar animal que conlleva.

Por último, el Informe termina haciendo la siguiente propuesta de cambio:

Disminuir drásticamente el excesivo número de regiones que existen en la actualidad (50). Haciendo una nueva comarcalización en las que los Pastos no pueden quedar representados de la forma injusta en la que se encuentran actualmente, tanto en el número de comarcas (41 para las tierras cultivables y 9 para los Pastos) como en el valor medio de los Derechos de Pago Básico (D.P.B.), con diferencias tan abismales, como ocurre entre lo que cobra la región 2401 (tierras de cultivo), que recibe 1.430,55 euros por hectárea, y lo que cobra la región 103 (Pastos Permanentes), que recibe 60,39 euros por hectárea.

Incrementar el importe de los Derechos de Pago Básico (D.P.B.) de las hectáreas admisibles correspondientes a las superficies de pastoreo (Pastos Permanentes), hasta alcanzar la cantidad de…125-150 euros/hectárea…, para que los ganaderos de extensivo SIMPLEMENTE PUEDAN SUBSISTIR.

Dedicar una REGIÓN ESPECÍFICA para la DEHESA DE QUERCUS, con una AYUDA BÁSICA (actual D.P.B.) que reconozca el esfuerzo físico y económico de sus buenas prácticas, genuinas y diferenciadas, que se tienen que realizar anualmente para garantizar su conservación medioambiental y su sostenibilidad socioeconómica. Esta Ayuda Básica debe descansar, por el bien de la DEHESA, sobre las hectáreas de terreno a conservar, y no sobre las cabezas de ganado existentes en la misma, cuyo número debe estar supeditado a las buenas prácticas de manejo empleadas (carga ganadera equilibrada) … su importe total, debe estar entre…225-250 euros/hectárea…, para EVITAR QUE DESAPAREZCA ESTE ECOSISTEMA.

El techo de Ayudas por explotación no debe de superar los 60.000 euros netos, para garantizar un reparto justo de las Ayudas a la Renta (Pagos Directos) entre todos los productores que dependen de una y otra forma de la Agricultura y Ganadería Extensiva.

Informe sobre la Ganadería Extensiva con vistas a la nueva PAC (2021-2027) - 1, Foto 1
Murcia.com