La compañía líder en alimentación infantil ha renovado toda su gama de fórmulas infantiles: Hero Baby y Hero Baby Nutrasense, disponibles en supermercados; y Hero Baby Pedialac, disponible en farmacias
Las fórmulas infantiles contribuyen al desarrollo y crecimiento saludable de los bebés, gracias a la labor de investigación del Instituto Hero de Nutrición
Hero Baby, compañía líder en alimentación infantil, acaba de lanzar al mercado sus nuevas fórmulas infantiles. Como parte de su misión, deleitar a los consumidores conservando lo bueno de la naturaleza, la compañía y su Instituto Hero de Nutrición Infantil se han inspirado en la composición y los beneficios de la leche materna para diseñar unas fórmulas únicas que contribuyan al desarrollo y crecimiento saludable de los bebés, para que lleguen a ser niños y adultos sanos el día de mañana.
Haro Baby ha renovado así toda su gama de fórmulas infantiles: Hero Baby* y Hero Baby Nutrasense*, disponibles en supermercados; y Hero Baby Pedialac*, disponible en farmacias. Así, las nuevas fórmulas infantiles de Hero Baby se basan en tres componentes principales: lípidos lácteos, uno de los nutrientes más importantes de la leche materna; DHA, ARA, HMOs, vitaminas, minerales y otros nutrientes; y compuestos bioactivos de la membrana del glóbulo graso de la leche (conocidos como MFGM, siglas inglesas de Milk Fat Globule Membrane).
Además, como parte de su compromiso con la nutrición infantil y su apuesta por la formación continuada del profesional de la salud, a lo largo de las últimas semanas Hero Baby ha colaborado con los doctores José Manuel Moreno, Isidro Vitoria y Juan José Díaz, tres reconocidos expertos en el ámbito de la nutrición infantil, para enseñar al profesional de la salud en el ámbito de la pediatría la importancia de estos nuevos ingredientes y cómo estos contribuyen a asemejarse cada vez más a la leche materna:
Lípidos lácteos, un nutriente esencial para el desarrollo
La grasa de la leche materna recibe el nombre de lípidos lácteos y representa el segundo mayor componente sólido por detrás de la lactosa. Esta grasa, presente en altos niveles en la leche materna, es necesaria como fuente de energía y de compuestos bioactivos para un óptimo crecimiento y desarrollo de los más pequeños.
Además, incorporar grasa láctea a las fórmulas infantiles también incrementa el nivel de beta-palmitato de manera natural, uno de los ácidos grasos más importantes de la grasa materna que ayuda a cuidar el bienestar intestinal de los más pequeños, contribuyendo así a su correcto desarrollo. El beta-palmitato facilita la digestión, al permitir una mayor disponibilidad de calcio y una digestión y absorción eficiente de las grasas; y aumenta el bienestar intestinal del bebé al mejorar la frecuencia y consistencia de las deposiciones.
MFGM, un ingrediente crucial para el desarrollo inmunitario, cerebral y cognitivo
Los lípidos lácteos están presentes en forma de pequeñas gotas de grasa, rodeadas por una membrana especial formada por numerosos compuestos bioactivos, proteicos y lipídicos. Esta membrana se llama MFGM (Milk Fat Globule Membrane, en inglés). Estos componentes bioactivos son esenciales ya que juegan un papel crucial en el desarrollo del sistema inmunitario, cerebral y cognitivo de los bebés.
Los beneficios de la MFGM han sido demostrados gracias al estudio TUMME, llevado a cabo por medio de Hero y las Universidades de Ümea (Suecia) y Davis (California), el cual demuestra cómo a través de este ingrediente, que está presente de forma natural en la leche materna, es posible acercase cada vez más a la funcionalidad de esta. Su presencia contribuye al desarrollo del sistema cognitivo y el inmunológico, siendo un ingrediente importante en el proceso de aprendizaje y memoria y contribuyendo a la reducción de los episodios de otitis media.
HMOs, potenciando la función inmunológica intestinal
Los Oligosacáridos de leche materna (conocidos como HMOs, siglas inglesas de Human Milk Oligosscharides) son carbohidratos no digeribles que representan el tercer mayor componente sólido de la leche materna, por detrás de la lactosa y la grasa. Aunque no puedan ser digeridas por el bebé, actúan sobre la función inmunológica intestinal alimentando a las bacterias beneficiosas en su intestino, mientras se va desarrollando y definiendo su microbiota intestinal, un conjunto de bacterias que cumplen diversas funciones en su organismo.
Así, contribuyen a la salud intestinal de los más pequeños y refuerzan su sistema inmunitario, reduciendo el riesgo de desarrollo de alergias.