Reclama Por Mí ofrece una calculadora de tarjetas revolving o microcréditos, con la que descubrir lo que pagarán y en cuánto tiempo
Ya hemos comenzado a notar el devastador impacto económico de la pandemia del coronavirus. Más de 400.000 españoles han perdido sus empleos porque han sido despedidos temporalmente o porque su empresa ha cerrado sus puertas definitivamente, según los datos de la plataforma epdata.
Instituciones financieras mundiales como el Fondo Monetario Internacional advierten que el Covid-19 podría desencadenar una desaceleración económica mundial comparable sólo a la Gran Depresión. Sin embargo, son las generaciones más jóvenes las que están siendo más golpeadas.
Encuestas recientes revelan que los jóvenes están experimentando una gran ansiedad en torno a cómo el coronavirus afectará a su economía. Por ejemplo, un estudio del Pew Research Center realizado en abril entre más de 4.000 adultos desveló que son los más pesimistas sobre el futuro de la economía. Pero, ¿por qué?
Una de cada tres personas que han perdido su trabajo o se han tenido que acoger a un ERTE no llegaban a los 30 años. Los jóvenes trabajan en las industrias más afectadas: ocio y hostelería. Según la macroencuesta realizada por la patronal de Hostelería de España, más del 50% de los locales realizarán un ajuste en sus plantillas.
Los jóvenes ya sufrían una difícil situación económica por la crisis de 2008, de la que nunca llegaron a recuperarse. En diciembre de 2019, el Banco de España declaró que su renta estaba muy por debajo del nivel pre-crisis. En 2016, los hogares con un progenitor menor de 35 años tenían una renta un 18% menor que las familias de esa edad en 2010. Ello a pesar de que en 2016 ya casi habían recuperado los niveles de 2010. En patrimonio, los números son aún más crudos: mientras que en 2011 un hogar joven tenía una riqueza neta de 71.600 euros, en 2017 ésta era de 5.300 euros.
¿La solución? Cada vez son más los que optan por pedir financiación sin conocer los riesgos, al sentirse seducidos y en muchos casos engañados por las promesas de dinero rápido y flexibilidad de pago de las entidades de crédito. Los momentos de necesidad económica, sumados a estas promociones tan apetecibles, son un cóctel devastador de intereses y comisiones elevados que encaminarán al consumidor a una espiral de deudas inasumible, como en los casos de tarjetas revolving o microcréditos que están saliendo a la luz.
Desde el bufete de abogados especialista en reclamaciones de consumidores Reclama Por Mí han reclamado por miles de personas que acudieron en 2008 a esta financiación. Como Ignacio R., a quien despidieron del trabajo y no llegaba a fin de mes. Con un hijo a su cargo, su 'única' solución era utilizar la tarjeta revolving de Wizink. El afectado la contrató con menos de 30 años y, tras 10 pagando la deuda, decidió denunciar a Wizink. El juzgado declaró la nulidad de su contrato. De no haberlo reclamado judicialmente, hubiera tardado casi 7 años más en devolverlo.
Reclama por Mí explica que existen otras opciones más seguras para los jóvenes para evitar endeudarse o acabar en el ASNEF a causa de la nueva crisis que está por venir. Con herramientas como la calculadora de tarjetas revolving o microcréditos podrán calcular de forma aproximada lo que pagarán y en cuánto tiempo, para informarse y evitar acudir a créditos que se convierten en pesadillas. Además, animan a los consumidores afectados que ya han contratado una tarjeta revolving a denunciar y recuperar lo pagado de más.