El presidente del metal, Alfonso Hernández Zapata visita las instalaciones de la empresa líder nacional y posicionada en el mercado global al vender unas 76.500 piezas de automoción, tanto nuevas como procedentes de la reconstrucción para su posterior para su reutilización.
La empresa murciana factura casi 10 millones de euros anuales, tiene 55 trabajadores, vende en 4 continentes y es un ejemplo en cómo los negocios sostenibles con el medio ambiente contribuyen al impulso de la economía regional y nacional, además de generar empleo cualificado.
El presidente de la Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia (FREMM), Alfonso Hernández Zapata, visitó Tecnodiesel como caso de éxito empresarial de referencia internacional en su compromiso con la economía circular. La empresa maximiza el tiempo útil de las piezas de un motor en automoción y en sus instalaciones se utilizará sólo electricidad generada a partir de energía solar fotovoltaica dentro de unos meses.
La estancia en la empresa vinculada a la federación sectorial se enmarcó dentro del compromiso de FREMM con la sostenibilidad medioambiental y energía limpia en el sector metal. Sus buenas prácticas han llevado a la firma a ser líder en su gama de servicios de automoción en España y a estar posicionada en el mercado global, con especial presencia en Europa, América, Norte de África y Asia.
La empresa está especializada en la reparación de bombas, inyectores y turbos entre otros componentes de automoción. Su oferta se centra en la comercialización de material nuevo, de intercambio y reconstruido, así como todo tipo de recambios de las principales marcas del sector en el mercado global. Además, cuenta con dos marcas propias y patentadas, TDM y SARR.
Entre sus clientes se encuentran talleres de automoción, tiendas de recambios, empresas de transporte y servicios de organismos oficiales vinculados al Gobierno de España y a ayuntamientos de la Región, además de entidades públicas y privadas, entre otros.
Para Alfonso Hernández, “empresas y tecnología debemos converger en procesos de reutilización para alargar la vida útil de los materiales y residuos. Estamos ante un ejemplo de cómo una pyme de la Región ha apostado por la sostenibilidad ambiental y, a cambio, el valor de su empresa ha ido creciendo y creando empleo”.
Para Mariano Fernández, CEO de Tecnodiesel Murcia “nuestro éxito se asienta en ir reinvirtiendo nuestros ingresos en innovación y tecnología, y, principalmente, en nuestro equipo humano, que está constituido por personal técnico altamente cualificado y en constante formación. Pensamos que éste es el camino a seguir en las empresas para optimizar los recursos naturales, lo que finalmente se traduce en un ahorro de costes y un menor precio de venta”.
Las instalaciones de TDM en el polígono Cabezo Cortado de Murcia abarcan 5.000 m2, que comprenden laboratorio, taller de vehículos, oficinas y almacén de repuestos. Su equipamiento tecnológico es de última generación, según destacaron Fernández Lorente y el coordinador en la empresa, Jesús Martínez, ante un grupo de representantes de la federación, entre quienes se encontraba también el secretario general de FREMM, Andrés Sánchez.
DATOS DE TDM
Tecnodiesel Murcia fue creada en 2004 por Mariano Fernández Lorente y su padre, Mariano Fernández Moreno. Cuenta con 55 empleados altamente cualificados y factura cerca de 10 millones de euros anuales, previendo para 2020 la creación de 3 nuevos puestos de trabajo y alcanzar los 11 millones (+1%).
TDM comercializa unas 76.500 piezas de automoción anuales, de donde 34.500 (40%) corresponden a piezas elaboradas por los principales fabricantes en el mundo y 42.000 (55%) son material reconstruido por la empresa murciana, donde se encuentran 35.000 inyectores, 5.000 bombas y 960 turbos, además de un millar de otros componentes. El 5% del negocio corresponde a la realización de otros servicios.
La labor de reciclaje desarrollada por la empresa supone un ahorro del 70% en el uso de nuevas materias primas y del 90 % en electricidad.
La sociedad colabora con la Fundación FUNDOW, de donde proceden dos de los empleados en el laboratorio de inyectores, quienes realizan tareas de acabado, grabado en láser y empaquetado.