El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha defendido un incremento continuado y sistemático del presupuesto destinado a los seguros agrarios en los próximos años.
En la inauguración de la jornada sobre "El seguro agrario ante el desafío del cambio climático", Luis Planas ha instado a reflexionar y debatir sobre las repercusiones del cambio climático en una herramienta clave de gestión del riesgo, como el seguro agrario, para garantizar la viabilidad de las explotaciones agroganaderas, silvícolas y acuícolas.
El principal desafío que afronta el sistema de seguros agrarios es el cambio climático y se estima una mayor siniestralidad. Aunque los riesgos derivados de este fenómeno no son nuevos y ya se encuentran cubiertos por el actual sistema, sí se ha incrementado el grado de incertidumbre, puesto que se prevé que aumente la frecuencia y la intensidad con la que se producen los daños.
España, por su situación geográfica, presenta una elevada variabilidad climática y es especialmente vulnerable al cambio climático. Fenómenos como sequía o inundaciones, cada vez más frecuentes, afectarán a la viabilidad de las explotaciones.
Seguros agrarios, pilar de la política agraria española
Los seguros agrarios son un pilar de la política agraria para este país, ha asegurado el ministro en funciones. Planas también ha destacado que España fue pionera, hace más de 40 años, en diseñar una herramienta de gestión de riesgos eficaz para el sostenimiento de la renta de los productores y garantizar la continuidad de las explotaciones afectadas por fenómenos climáticos adversos.
Durante la última década se han registrado los tres años de máxima siniestralidad desde que se puso en marcha el seguro, hace más de 40 años, en referencia a 2012, 2017 y 2018.
Años que han puesto de manifiesto la eficacia y solvencia del sistema de seguros agrarios, al dar una respuesta rápida a los asegurados y limitando las pérdidas económicas de las explotaciones.
La gran variabilidad climática a la que se encuentra expuesto el sector agrario en España se incrementará en el futuro, según los informes científicos, por lo que hay que asegurar la sostenibilidad del sistema, para que siga siendo un instrumento clave de apoyo a las rentas de los productores en momentos críticos por los daños producidos en las explotaciones por fenómenos naturales adversos.
Con el aumento de la siniestralidad surgen una serie de consecuencias que hay que abordar con "absoluta transparencia" por todos los actores que conforman el sistema de seguros agrario para garantizar su solvencia y su propia sostenibilidad.
Los asegurados tendrán que hacer frente a la adecuación de las primas; el MAPA y las comunidades autónomas tendrán que contar con mayor dotación presupuestaria para ayudar a los productores la suscripción de las pólizas de seguros; el Consorcio de Compensación de Seguros tendrá que contar con un nivel de reservas adecuado; y las entidades aseguradoras tendrán que compatibilizar el mantenimiento de su nivel de solvencia con la oferta de primas a un precio asequible para el asegurado.
Además, la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa), en coordinación con todos los integrantes del sistema, tendrá que rediseñar líneas de seguro para que se adapten a las nuevas circunstancias, sobre todo, las derivadas de la incidencia del cambio climático.
El ministro ha confiado en que en este primer foro de debate, además de visualizar los retos a los que se enfrenta el seguro agrario como consecuencia del cambio climático, se vislumbren soluciones de futuro para asegurar la sostenibilidad del sistema.