Empiezan a terminarse los adjetivos para describir lo que Carlos Alcaraz está consiguiendo a su corta edad. Si bien ya originó mucha expectación al final de la temporada pasada, el nivel que está demostrando en los últimos meses es tal que sorprende incluso a los que manifestaban mayor optimismo con el joven talento

Su estado de forma se explica en que desde que comenzó el año tan solo Mateo Berretini sabe lo que es superarle. Ese partido en Australia fue un gran punto de inflexión, ya que después de dicha derrota le ha dado tiempo a levantar su segundo título ATP en Río de Janeiro y a estrenarse con triunfo defendiendo la camiseta de España en la Copa Davis. Casi nada.

Viendo su recorrido reciente muchos pensaban que hoy era favorito ante Roberto Bautista, un tenista más desconocido para el gran público pero que también está firmado un gran curso. Sin ir más lejos hace menos de un mes conquistó el torneo de Doha y es el octavo jugador que más puntos ha sumado en 2022.

Todo esto no intimidó en absoluto al palmareño, que en poco más de un hora se deshizo del castellonense por 6-2 y 6-0 exhibiendo un tenis excelso que despertó la admiración del público local

Una estrella fugaz en California

La superioridad fue manifiesta durante prácticamente toda la contienda. Desde el inicio pudimos observar a un Alcaraz muy agresivo e intenso. Por otra parte, el ex semifinalista de Wimblendon no podía aguantar el ritmo infernal que imponía su rival y veía como poco a poco se le iba haciendo todo muy cuesta arriba.

En resumen, una de esas tardes en las que se conoce el ganador bastante antes de que termine el choque. El pupilo de Ferrero daba la sensación de estar volando sobre la pista mientras que su compatriota rezaba para que terminara ya la tortura a la que se estaba viendo sometido.

Grandes aceleraciones de derecha, potentes saques, afilados restos, tremendas variaciones con la dejada… Todo ello formaba una mezcla explosiva que Bautista no era capaz de contener, y que admiraba impotente y sorprendido al mismo tiempo, como si fuera consciente de que por más que lo intentara su esfuerzo iba a ser baldío.

Monfils, su siguiente obstáculo

Con esta conquista alcanza la cuarta ronda del denominado "quinto Grand Slam". Además, es la segunda vez en su carrera que llega a dicha instancia en un torneo de Masters 1000, igualando el resultado que obtuvo hace unos meses en París-Bercy.

Si quiere seguir avanzando en el campeonato estadounidense tendrá que derrotar a otro veterano como Gaël Monfils. El francés llega a este encuentro con una gran confianza tras haber apeado a Daniil Medvedev, actual líder de la clasificación ATP y uno de los jugadores más peligrosos en pista dura.