Creo que a estas alturas el rendimiento de Alcaraz no sorprende a nadie. El nacido en El Palmar ya acabó la temporada de manera fulgurante, y tan solo han bastado un par de partidos para comprobar que su hambre y su nivel de tenis siguen intactos.
Si bien su casi impecable debut contra Tabilo ya indicó de que no había venido a pasearse a Melbourne, hoy tenía enfrente a un todo un finalista de Masters 1000 y que acumula quince temporadas como profesional. Sin embargo, lo que para un jugador recién llegado al circuito podría ser un encuentro trampa, el joven lo tomó prácticamente como un trámite y casi dos horas después consiguió batir al serbio por el contundente resultado de 6-2, 6-1 y 7-5
El viento, gran protagonista de la jornada
Las fuertes rachas de viento provocaron que las circunstancias de juego fueran muy incómodas, situación a la que el pupilo de Ferrero logró adaptarse rápidamente dando de nuevo muestras de una asombrosa madurez.
Durante los primeros compases pudimos observar cómo las ganas y la agresividad del cuartofinalista en el US Open ponían en aprietos a un Lajovic que evidenciaba su malestar frente a las condiciones climáticas. El tenista centroeuropeo cometía bastantes errores, pero la precipitación de su oponente ocasionaba que el marcador no se moviera.
Todo cambió a partir del cuarto juego, cuando el español logró tener más paciencia en los intercambios, algo que junto con su gran ritmo de bola desniveló la balanza a favor de este. A partir de dicho break, la gran seguridad al saque y la agresividad en el resto fueron las claves de una manga que cerró dejando unas increíbles sensaciones.
El segundo parcial fue bastante similar al anterior. La inconsistencia del de Belgrado no ponía prácticamente en aprietos a un Alcaraz, que aunque bajó algo sus porcentajes de primeros servicios, era pura dinamita en pista. Solo faltaba un parcial para liquidar su pase a la siguiente ronda.
Carácter del campeón
Hasta ahora estaba siendo un enfrentamiento bastante plácido para los intereses del murciano. Todavía no había tenido que afrontar pelotas de rotura y, pese a que muchos juegos eran igualados, al final la moneda siempre caía de cara hacia el mismo lado.
Algo diferente tenía que hacer el jugador entrenado por José Perlas si quería al menos endurecer el partido. Por ello, empezó a tomar más riesgos y a incrementar la intensidad, lo que provocó que Carlos se viera sorprendido por la presión del balcánico y finalmente cediera su servicio después de fallar una volea bastante asequible.
Todo parecía indicar que el rumbo de la manga había cambiado, pero el campeón en Umag supo adaptarse rápidamente a este traspié, y ayudado por un errático Lajovic logró el contrabreak que establecía de nuevo la calma en el electrónico.
Tras varios juegos cómodos para cada uno de los sacadores llegábamos a la recta final. Ahora toda la presión era para el número 39 de mundo, que servía para llevar el set a la muerte súbita. Las dudas de este no fueron desaprovechadas por su adversario, y haciendo gala de una gran determinación en el resto acabó con las esperanzas del serbio.
De esta forma alcanza su décima victoria en Grand Slam y se clasifica por primera en su carrera a la tercera ronda del abierto australiano. Unos números que vuelven a dejar en claro que estamos hablando de un jugador que no para de crecer a pasos agigantados.
Berretini será su siguiente escollo
Ya avisamos de que el cuadro del murciano no iba a ser nada sencillo en este Open de Australia. Y es que en su siguiente compromiso se verá las caras con Mateo Berretini, número siete del ranking atp y que conoce muy bien las cualidades de este; ya que hace tan solo unos meses fue derrotado por el propio Alcaraz en Viena
El italiano atraviesa un momento complicado de juego y de sensaciones. Esto lo demuestran los dos parciales que se ha dejado frente a jugadores muy por debajo de su nivel como lo son Nakashima o Kozlov, además de que parece arrastrar unos problemas físicos que ya le obligaron a retirarse del Torneo de Maestros y por los cuales ha podido realizar muy pocos entrenamientos de pretemporada.