VIENE DE UN ARTÍCULO PREVIO.

En septiembre de 1935 André Pochan descubrió que la cara sur de la construcción no era lisa sino que estaba constituida por dos planos que formaban entre sí 27 minutos, de arco. La gran pirámide fue construida y orientada de tal modo que señalaba los equinoccios y los solsticios. Al salir el sol la arista de la derecha (situándonos de espaldas a la pirámide) daba sombra a la media cara izquierda de la cara sur de la pirámide, la sombra va corriendo con rapidez hacia la derecha como un velo que va descorriéndose y deja iluminada esa media cara izquierda.

Es un fenómeno breve que dura 20 segundos por eso André Pochan lo bautizo como efecto relámpago. Después durante 4 o 5 minutos la cara sur de la pirámide permanece con media cara iluminada y media cara oscura. A la puesta del Sol el fenómeno se repite al revés.

A simple vista y sin coincidir con la fecha adecuada es difícil observar esa concavidad de la cara de la pirámide, pero cuando existían las losas de revestimiento, pulidas a espejo debió ser un espectáculo impresionante.

Este efecto fue fotografiado por Pochan el 21 de marzo de 1934 al atardecer. Después Pochan se dio cuenta que la cara norte estaba dispuesta de la misma forma y de hecho lo estaban las cuatro caras por tanto la gran pirámide tiene ocho caras.

Está claro que esto no puede ser casualidad de ninguna de las maneras y fue decisión de los constructores. Que desde luego no fueron los hombres de la edad de piedra, si es que esta alguna vez existió.

Los bloques de caliza de todas las pirámides han sido fabricados ablandados y dado unas determinadas cualidades quizá mezclando distintas rocas o tierra que servirían muy bien para almacenar ese poder tecnológico, y toda la pirámide está equilibrada para entrar en vibración. Pudieron haberla hecho de una sola pieza de caliza, si no lo hicieron así es porque necesitaban una discontinuidad entre bloques para que la estructura pudiese entrar en vibración al igual que Sasayhuaman, Ollantaytambo, Machu Picchu la pirámide de Borobudur,  Angkor Wat, etc. Aquí surge una pregunta: Si la pirámide estuviese orientada con total exactitud (y no dudo que así era cuando se construyó) la media cara izquierda no debería recibir la sombra de la media cara de la derecha y tardar 20 segundos en quedar iluminada. Debería quedar iluminada desde el primer instante que sale el Sol por el horizonte, quedando en sombra solo la media cara derecha y permaneciendo así durante esos 4 ó 5 minutos.

Por tanto: Esos 20 segundos están muy relacionados con el error de orientación que tienen las pirámides de Keops y Micerinos con respecto al norte verdadero. Podría tratar de datarse las pirámides teniendo en cuenta en una primera aproximación la deriva continental, para después tener en cuenta la precesión de los equinoccios que representan el efecto de peonza que tiene el eje de giro del planeta, el cual da una vuelta cada 26.000 (25.920) años.

La precesión, que de forma extraña coincide con el ciclo de 25920 años que tarda el sistema solar en dar una vuelta alrededor de las Pléyades.

Esos 20 segundos representan el error que tiene ahora la pirámide con respecto a cuando fue construida datándola con precisión.

Ese error con toda probabilidad y teniendo en cuenta los datos aportados se debió a que se desvió de una forma hostil el eje de giro de la Tierra con respecto al plano de la eclíptica mediante un impacto que produjo el gran cañón del colorado, los polos cambiaron de posición y como consecuencia, tenemos huracanes, ciclones, tormentas tropicales, periodos de sequia, lluvias torrenciales, el niño, la niña, los monzones, y también se produjo el diluvio universal. Y los dos cinturones desérticos que hay en ambos hemisferios también serían consecuencia de esta variación hostil del eje de giro de la Tierra. Pero lo más dramático es que la corteza del planeta se rompió dando lugar a los llamados cinturones de fuego y a todo el vulcanismo que también sufrimos.

Es muy importante tratar de entender que puede ser en realidad la gran pirámide, así como sus dos compañeras ya que esa misma tecnología está presente en el resto de pirámides de Egipto y del mundo y deja entrever la asombrosa función que tenían estas enigmáticas construcciones.

Primero hay que comenzar diciendo que las pirámides no son tumbas como aseguran los arqueólogos y egiptólogos, pues en ellas jamás se ha encontrado momia alguna, aquí surge una pregunta. Ya que si los antiguos egipcios, según los arqueólogos, las consideraban tumbas ¿Por qué las sucesivas dinastías a partir de la cuarta no enterraron en ellas a sus faraones?

La respuesta es que todas las pirámides y todos los templos que hoy son un montículo de piedras por la depredación humana, se construyeron al mismo tiempo, por los mismos constructores ya que todas tienen la misma tecnología en distintas configuraciones y desde luego no son tumbas ni las construyeron lo antiguos egipcios de la edad de piedra.

Quiero decir que todo lo que se ha descubierto tanto en la gran pirámide como en la de kefrén, incluso en otras construcciones inexplicables que hay repartidas por el mundo, está basado en estos tres misteriosos bloques que taponan el canal ascendente, en la primera bifurcación que está en el canal descendente cerca de la puerta pendular de la Gran Pirámide.

Además de otras tecnologías que ya hemos considerado y que son unos indicios muy importantes que permite deducir que fueron  los “Dioses” (tan humanos como nosotros) los que construyeron las pirámides ya que los humanos no habíamos asimilado su tecnología y la prueba es que ni las construimos, ni sabemos qué son en realidad.

Atendamos ya a la configuración interna de la gran pirámide y a la  enumeración de lo que pueden ser cada una de estas enigmáticas estancias. Comenzaremos por la parte inferior de la gran pirámide: La cámara inacabada o cámara del caos. Esta cámara fue limpiada, en ella hay un pequeño pozo cuadrado de 2 metros de lado y 3 de profundidad que tenía agua encharcada y sabandijas. La cámara presenta unos abultamientos en el suelo ya que está sin terminar de construir. De ella, situado a la izquierda,  sale un pequeño túnel de 14 m. en dirección sur que no va a ningún sitio. A la derecha sale otro túnel que desemboca en el canal descendente, en el que allí arriba está la misteriosa puerta pendular.

Rafael Alfonso Alfaro García.