Manolo Barnuevo expone "PINTURAS", en Arquitectura de Barrio

Fuente:

Manolo Barnuevo expone

Barnuevo es un pintor constante, incansable deja en sus cuadros su vida interior. Si no es fácil pintar lo que se ve, ¿cómo hacerlo de aquello que no vemos? Vivimos en una realidad virtual, donde domina la técnica. Se pueden obtener resultados que antes eran impredecibles. Descubrimos realidades que no existían y las usamos en forma de teléfono móvil, programas de ordenador, nuevas impresoras.

Sin embargo, el pintor lo hace con sus manos, se sirve de pincel, brocha, espátula, collage, y nos lleva a una perdurable y nueva realidad. Cuando hemos dejado de ver los cuadros, la calle, los árboles, la gente con que habitamos, todo parece distinto, bajo un nuevo color, vemos más. Manolo tiene el empeño de hacer visible lo invisible. No es prestidigitador que oculta y sorprende, sino que convierte sus cuadros en ventanas, en puertas y nos asoma a realidades que estaban ahí, dormitando, agazapadas, dispuestas a romper el orden, la serenidad, la repetida mirada, porque el pintor también es profeta, ha venido a anunciarnos un mundo que está ya a la puerta de la casa y clama, golpea, empuja como si fuese a echar abajo la costumbre en la que hemos vivido.

Se ha dicho que el pintor pinta de memoria, esto es, selecciona color, elimina elementos. El cuadro resulta de su forma de ver, esa educación, experiencia, intuición que comporta y convierte en singular al artista.

Sin embargo, cuando el pintor no tiene referente, mientras su memoria se mueve entre recuerdo y olvido, ¿qué nos hace ver? ¿Qué ve? ¿Cómo pintar una emoción, una idea? Se dirá que es abstracto, pero la abstracción es algo cotidiano. Vivimos sobre abstracciones, aunque estemos convencidos de que son realidades. El discurso se hace críptico, el pintor sabe y no sabe lo que ha puesto sobre el lienzo, sobre el papel. ¿Será el silencio? A veces, el silencio es más expresivo. No hay palabras y, todo el mundo, entiende.

Ahora, pensemos, si no hay imágenes reconocibles, ni deformadas, ni caricaturizadas, ningún elemento figurativo que podamos reconocer, estamos ante ese momento inaugural donde el mundo aún no ha sido creado, contemplamos la luz que anticipa su presencia, la luz conduce el color y, el cuadro, aparece.

Predominan: El rojo, un rojo sobre el que aparecen barras negras, a veces manchas, evocan dolor, angustia. En otros es el gris, como un espacio urbano sobre el que se sitúan barras en negro, collage en rojo, serenos, como si hubiésemos recortados un paraje de parques, restos de agua, de asfalto, de cielo. A veces esos colores se alían con violetas más otros azules y mancha verde. Quizá son menos plácidos, pero no duelen, respiran, como si estuviesen en el fondo de un pozo. Más adelante veréis el amarillo.

Encontraréis determinadas piezas que recuerdan ciertas estructuras, como si se tratase de un cuaderno de viaje. Hay uno en el que es seguro que os detendréis, es el más grande, fruto de la casualidad, un viejo toldo cuyas manchas, mezcla de sol, polvo y sal del mar, vientos de levante y lebeche, luces del faro, generan un remolino negro, esos trazos, esa espuma que agita la sombra y muestra la raíz, las raíces con que las plantas espinosas, el esparto, la barrilla, la morsana se agarran a la escasa tierra, azotadas siempre por el viento. (Fragmento del catálogo. Por José Luis Martínez Valero)

PINTURAS, es la muestra con la que Manuel Barnuevo vuelve a Arquitectura de Barrio, presentándonos sus trabajos más recientes, una serie de obras de distinto formato a través de las que nos transmite que la pintura es su manera de ser y estar en el mundo.

Piezas que muestran su particular lenguaje, generado a partir del propio pintar del artista, transmitiendo sus gestos y emociones a la superficie del lienzo con pinceladas enérgicas, expresivas y vitales. Obras que nos desplazan a un mundo plástico, ajeno a la realidad, reflejo de su gran interés por la materia, el color y las texturas que se generan sobre las dos dimensiones del plano pictórico, en una continua búsqueda de la belleza.

Es en los grandes formatos donde el pintor se encuentra más cómodo y despliega todo su carácter. En esta ocasión una gran lona reciclada, un antiguo toldo curtido por los vientos y el sol del cabo, es el soporte sobre el que una gran mancha purpura se asienta y se diluye en una forma orgánica que encuentra sus límites en varias manchas negras. El resto del lienzo respira revelando su propia historia en la que se intercalan pequeños fragmentos de la misma tela y distintos materiales, definiendo el espacio y equilibrando la composición a través del collage, con un resultado magnífico, reflejo de su experiencia y maestría.

En los medianos soportes la superficie se cubre casi en su totalidad (all over), predominando los elementos verticales en la composición, manchas negras sobre fondos de color, son el hilo conductor, sirviéndose en muchas de ellas de fragmentos de telas, papeles, … para reestructurar la distribución de los elementos. Piezas en las que encontraremos guiños y referencias a la Escuela de Nueva York, al Grupo El Paso, a Kurt Schwitters…

La muestra se completa con pequeños formatos, obras que enmarcan la esencia de su pintura, gestos, … divertimentos.

¡Que alegría recibir de nuevo su visita! Manolo nos invita a disfrutar de su trabajo, a encontrarnos con su obra donde el color nos envuelve liberado de las formas, transmitiéndonos su energía y las texturas nos recuerdan que ante todo es un pintor.

(fragmento del catálogo. Por Coral Marín)

-Arquitectura de Barrio- 

Manolo Barnuevo expone PINTURAS, en Arquitectura de Barrio - 1, Foto 1
Manolo Barnuevo expone PINTURAS, en Arquitectura de Barrio - 2, Foto 2
Manolo Barnuevo expone PINTURAS, en Arquitectura de Barrio - 3, Foto 3
Manolo Barnuevo expone PINTURAS, en Arquitectura de Barrio - 4, Foto 4
Manolo Barnuevo expone PINTURAS, en Arquitectura de Barrio - 5, Foto 5
Murcia.com