Sabiduría del mundo

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Sabiduría del mundo

Durante la pandemia y algún que otro fin de semana, si la vida nos ha dado, hemos tenido tiempo para sumergirnos e incluso reflexionar sobre la importancia del arte en el mundo, más aún, cuando los provincianos como el que suscribe, lejos de las grandes urbes , ya nos hemos acostumbrado a vivir con lo que nos ha tocado. El arte o la cultura, de cierto, no son fenómenos secundarios o periféricos y "los tenemos en el centro de nuestra vida siendo auténticos motores". Desde ellos podemos contemplar y asimilar cómo conforman rasgos propios de la especie humana, a lo que es imposible renunciar.

Desde el comienzo de la historia, los humanos hemos plasmado artísticamente nuestras emociones, a diferencia de otros primates. Nuestros grandes rivales evolutivos, los neandertales, eran más fuertes, más grandes y poseían un cráneo de mayor tamaño que el nuestro, pero no dejaron tras de sí instrumentos muy sofisticados. Es posible que fuese debido a su limitada capacidad de imaginación y que, por tanto, fue la forma de pensar del "homo sapiens", más compleja y osada.

Sabrán Ustedes que el arte no solo involucra al ser humano desde un punto de vista sensorial. Acercarnos a una obra de arte es una experiencia muy compleja, que resulta más gratificante si se entiende como una búsqueda intelectual. Todos deseamos entender lo que frente a nosotros se nos expone. Ello no significa que quepa prescindir del soporte material en que se encarna. "No debemos sustituir la materialidad de la obra de arte, que es, en última instancia, lo que vincula siempre a nuestros sentidos, a nuestros cuerpos, así como a nuestra destreza analítica y curiosidad intelectual". Lo estético posee una dimensión social siendo así una experiencia comunitaria. Así diríamos que el arte y la cultura son los medios más importantes de los que disponemos para entendernos entre nosotros. Nos hacen sentir curiosidad por lo diferente o lo que nos resulta desconocido y, en su caso, aceptarlo, e incluso hacerlo nuestro.

Por todo ello, es peligrosa la dicotomía entre ciencias y humanidades, así como pasar por alto el lugar de estas últimas en los planes de estudios. No hemos de renunciar a ellas porque tanto la ciencia como la técnica dependen de esa creatividad que explica el nacimiento de la cultura y del arte. La razón nace de nuestras experiencias culturales y, las obras de arte llevan consigo la sabiduría del mundo.

Estos días pasados, los Países Bajos y el mismísimo Milán, andan rindiéndose a nuestro Gran "Bosco" en torno a sus pinturas, esculturas, tapices y grabados que desde el siglo XVI, en torno a Felipe II y a Alonso Berruguete, han hecho de los ciudadanos europeos mirar de nuevo a España. Pero no todo queda aquí. Si se dan una vuelta artística por Europa y, por un momento paran en el Museo Universitario de Bergen (Hoogeveen, Países Bajos) también observarán cómo impera arte y cultura, muestras valiosísimas obras que son la manera mejor de poder conocer y entender a la misma Europa.

El Museo Universitario de Bergen posee una colección única de mobiliario y utensilios medievales como en muy pocos lugares de Europa. Entre sus tesoros observaremos tallas marianas del siglo XIII importadas del Norte de Francia, retablos de estilo gótico traídos del Norte de Alemania, etc. Ante este graderío artístico nos hemos de preguntar: ¿dónde fueron producidos tales objetos y qué nos indican sus estilos? ¿qué nos dice todo este entramado sobre las redes económicas y culturales que existían en aquel entonces entre Noruega y el resto de Europa?. Una iglesia medieval en Finlandia es igual de interesante que una en Italia: "Hasta el siglo XVI toda Europa Occidental estaba unida bajo el papado de Roma. Ello significa que la cosmología, teología, moral y liturgia, el arte en definitiva, estaban entre Norte y Sur.

Gran parte de lo que encontramos hoy en museos, originariamente estaban en iglesias, pero pocos museos saben reconocer este valor religioso. Por otra parte, las iglesias, al margen de ser espacios para el culto, siempre han funcionado como museos para la conservación de lo que se consideraba valioso. En cuanto cruzamos el umbral de una de ellas, entramos en un espacio que remite a otra dimensión, a una realidad superior a nosotros mismos. Tanto si crees como no, no puedes escapar de tal sentimiento que reconoce un arte y una cultura fuera de lo común. Ahora mismo, la nueva y concurrida exposición del Museo del Prado nos está desvelando la inspiración de los artistas españoles e italianos que convivieron en el panorama artístico de Nápoles durante el inicio del Cinquecento, un fecundo capítulo del renacimiento.

El arte y la cultura, los buenos de verdad, como sepamos, debemos hacerlos llegar a nuestra juventud, siendo una manera mágica de conocer los inicios de nuestra Europa. Estados Unidos, algunos centros europeos y muy poquitas en España, se están acercando al mundo universitario y, también al de la Formación Profesional. VALORES desea llevar estos auténticos baluartes de exposiciones a los templos de la sabidurías. Las propias Universidades y los grandes centros de FP podrán tener, como así sucede en muchos lugares del mundo, un mejor acercamiento a los espacios donde ellos, día tras día, van a recibir su formación no habiendo que ir a buscar un Museo para encontrar lo que se ansía, cosa que por desgracia no sucede con asiduidad.

Acercar el arte y la cultura a nuestra ciudadanía es poner ante sus ojos una grandeza fuera de lo común. Otra cosa es cómo se lo enseñamos y los cauces que tomamos para que nuestras gentes sean capaces de entender y vibrar. La Vicesecretaría de Cultura y Artes de Valores está en ello e irá en su programa electoral.

VICESECRETARÍA NACIONAL DE CULTURA Y ARTES. PARTIDO POLÍTICO VALORES

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