VIENE DE UN ARTÍCULO PREVIO.

En los datos ortodoxos se asegura que: Existen distintas opiniones acerca de la fundación de Babilonia. Antiguamente se consideraba que la ciudad había sido fundada o reconstruida por Sargón de Acad. La fuente más antigua conocida que menciona la ciudad es datada en tiempos del Imperio acadio formado por Sargón de Acad en el siglo siglo xxiv a. C.

La Crónica Weidner establece que fue el propio Sargón quien construyó Babilonia "frente a Agadé".45​

 Veamos: Está claro que no se tiene ni idea de la datación de esta supuesta ciudad y solo se puede admitir que la ciudad fue fundada ó reconstruida por Sargón de Acad en el siglo XXIX a. C. y se dice que La Crónica Weidner establece que fue el propio Sargón quien construyó Babilonia "frente a Agadé".45​

¿Pero que es la Crónica Weidner? Las Crónicas Mesopotámicas (Crónicas de Asiria y Crónicas de Babilonia) son series de tablillas de arcilla escritas en cuneiforme acadio por astrólogos asirios y babilonios, y conforman uno de los primeros pasos en el desarrollo de la historiografía antigua. En líneas generales, se concentran en episodios de índole religiosa (como si se respeta o no el Akitu, o Fiesta de Año Nuevo) o militar.

Si bien hay ejemplos tempranos que describen hechos del II milenio a. C., el período más prolífico comenzó en Babilonia con el reinado de Nabonasar (747-734 a. C.). Los ejemplos más tardíos corresponden a los períodos helenístico y parto. Casi todas las tablillas están en posesión del Museo Británico de Londres.

El problema es: Que ni estas tablillas ni ninguna inscripción han podido ser traducidas y por tanto todos los datos que da la ortodoxia son falsos; una invención para; en primer lugar inventarse la supuesta ciudad que genero esas construcciones inexplicables, y en segundo lugar incorporar esas construcciones a la historia de este país.

Si en ninguno de los templos de Egipto. Está la ciudad que genero estos supuestos templos y solo están los llamados templos en mitad de lo que hoy es un desierto, a lo largo del rio Nilo. Ni tampoco lo está en ninguna de las construcciones enigmáticas que están por todo el mundo, en Irak tampoco. Luego está claro que todas estas detalladas construcciones de la disposición de la ciudad son inventadas.

También en estos datos se asegura que: Cabe decir que este afán constructivo, que permitió a Babilonia albergar unos 500 000 habitantes en el siglo VII a. C., se centró casi exclusivamente en la capital, mientras que el resto del imperio estaba sumido en un proceso de desurbanización.16​

Veamos: Admitir que en esa época en Babilonia había 500.000 habitantes en el siglo VII a. C. Es lo mismo que admitir que hoy en día España es una conurbación de 45 millones de habitantes.

---Antes de nada quiero poner en aviso a los lectores, con el fin de que no sufran demasiado los rigores ortodoxos, para que sepan que la parrafada que viene a continuación nada tiene que ver con la realidad. Y son datos que la arqueología oficialista y los historiadores oficialistas se sacan de la chistera con la noble intención de incorporar esas construcciones enigmáticas a la historia de este país---.

---Y decir también que estos datos alcanzan unas dimensiones considerables en cuanto a superficie---. Uno esperaría otro tipo de datos, sobre todo el avezado lector que tiene una cierta introducción en este tema y sabe que todas estas construcciones que están por todo este planeta, están relacionadas y no pudieron haber sido construidas por ninguna civilización anterior a nosotros, con todo lo que esto implica, como sabemos.

Por tanto esto es lo que podemos esperar de la ciencia oficialista: La Primera Dinastía Babilónica fue fundada hacia el año 1894 a. C. (cronología media) por el amorrita Sumu-Abum, quien estableció una pequeña ciudad-Estado independiente. Su sexto rey, Hammurabi (1792-1750 a. C.) engrandecería colosalmente sus fronteras y extendería sus dominios, dominando toda Mesopotamia.  Isin, Larsa, Ur, Uruk, Nippur, Lagash, Eridu, Kish, Adab, Eshnunna, Akshak, Akkad, Shurupak, Bad-tibira, Sippar y Ngirsu—. Desde entonces adquirió gran relevancia como la verdadera metrópoli de región. Sin embargo, el imperio no duró mucho. Tras la muerte de Hammurabi, comenzaron varias revueltas y conflictos, especialmente de parte de los primeros caudillos casitas (tribu aria indoeuropea y nómade) y unos invasores del llamado "País del Mar". El imperio no era sólido, y tras la muerte de Hammurabí tuvo que enfrentarse a distintos problemas: principalmente el nacionalismo sumerio al sur, el avance de los casitas al este y el poder creciente de los hurritas al norte, que en aquella época crearon un imperio llamado Mitanni.48​Finalmente, en el 1595 a. C., sin poder resistir las presiones de los casitas del sur, Samsu-Ditana, último rey del Primer Imperio Babilónico, fue depuesto por el caudillo casita, Agum II. En el 1531 a. C. el rey hitita Mursili II saqueó la ciudad de Babilonia y sobre sus ruinas se estableció la dinastía Casita.48​ sin poder resistir las presiones de los casitas del sur, Samsu-Ditana, último rey del Primer Imperio Babilónico, fue depuesto por el caudillo casita, Agum II. En el 1531 a. C. el rey hitita Mursili II saqueó la ciudad de Babilonia y sobre sus ruinas se estableció la dinastía Casita.48​

Tras la caída de los casitas hacia el 1155 a. C., Babilonia fue gobernada por la II Dinastía de Isin; era la primera vez que una dinastía nativa de Baja Mesopotamia tomaba el poder. Sin embargo, Babilonia permaneció débil y sujeta al dominio de Asiria. Sus ineficaces reyes fueron incapaces de evitar que nuevas oleadas de invasiones occidentales, incluidos los arameos en el siglo XI a.C. y caldeos en el siglo IX a.C., entraran y se apropiaron de áreas de Babilonia para ellos mismos. En el 713, tras varias décadas de inestabilidad, la ciudad fue conquistada por Imperio neoasirio.

El gobierno asirio de la ciudad de Babilonia estuvo marcado por las rebeliones de la nobleza local, fuertemente nacionalista. La ciudad de Babilonia era entonces una provincia menor, aunque culturalmente fuerte, que mantenía sus propios reyes dependientes de los monarcas asirios. El rey asirio Ashur-uballit II intentó mejorar las relaciones con la ciudad casando a una de sus hijas con su rey Karakhardash y

Rafael Alfonso Alfaro García.