Susa nº 5

Fuente:

Susa nº 5

DATOS Y CITAS:

Cortesía de Wikipedia.

---Quiero decir antes de someter a los avezados lectores a una serie de datos ortodoxos interminables, que estos no tienen nada que ver con la realidad de esta supuesta ciudad o de sus construcciones. Pero nos van a servir para hacer algunas reflexiones interesantes, que una vez más, nos van a proporcionar una visión muy distinta de todas estas enigmáticas construcciones---.

Susa era una antigua ciudad de los imperios iraníes protoelamita, elamita, primer imperio persa, seleúcida y parto, y una de las ciudades más importantes del Antiguo Oriente Próximo. Se encuentra situada en la parte inferior de los montes Zagros a unos 250 km al este del río Tigris, entre los ríos Karkheh y Dez, en el sudoeste del actual Irán.

Hoy en día, de la antigua ciudad solo queda un gran campo de ruinas. La moderna ciudad iraní de Shush se encuentra en el lugar de la antigua Susa. Shush es la capital administrativa del condado de Shush de la provincia de Juzestán. Tenía una población de 64.960 habitantes en 2005.1​

En elamita, el nombre de la ciudad se escribía de varias maneras Ŝuŝan, Ŝuŝun, etc. y aparentemente se pronunciaba Susən. Šušan fue invadida por el imperio babilonio y el asirio en violentas campañas. El origen de la palabra Susa procede de la deidad local Inshushinak. Tras la conquista babilónica, el nombre fue malinterpretado y relacionado con el término semítico šušan, ‘lirio’.

Susa fue una de las ciudades más importantes del Antiguo Oriente Próximo. En literatura histórica, Susa aparece en los primeros documentos sumerios: por ejemplo, se la describe como uno de los lugares sometidos a la obediencia de Inanna, deidad propia de Uruk, en Enmerkar y el señor de Aratta.

Textos bíblicos[editar]

Se menciona a Susa en el Ketuvim de la Biblia hebrea con el nombre de Shushan, principalmente en Ester, pero también una vez en el de Nehemías y en el de Daniel. Tanto Daniel como Nehemías vivieron en Susa durante el cautiverio de Babilonia, del siglo VI a. C. Ester se convierte allí en reina, se casó con el rey Asuero y salvó a los judíos del genocidio. Una tumba que se cree que pertenece a Daniel se encuentra en la zona, conocida como Shush-Daniel. Sin embargo, la estructura actual es en realidad una construcción muy posterior que data de finales del siglo XIX, alrededor del año 1871.2​Susa vuelve a mencionarse en el Libro de los Jubileos (8:21 & 9:2) como uno de los lugares que fueron herencia de Sem y su hijo mayor, Elam; y en 8:1, "Susan" aparece también como el nombre de un hijo (o hija, en algunas traducciones) de Elam.

Veamos: El Libro de los Jubileos, también denominado Leptogénesis (Génesis pequeño), Libro de las Divisiones de los Tiempos según sus Jubileos y Semanas,1​Jubileos o Libro de la Distribución de los Días de la Ley,2​es un texto religioso de origen hebreo escrito en torno al año 100 a. C. Es un texto canónico para la Iglesia ortodoxa etíope y un texto apócrifo o de los pseudoepígrafos para las demás iglesias cristianas.

Anteriormente se conocían manuscritos en lengua ge'ez procedentes de la comunidad judía Beta Israel, uno de ellos completo, y fragmentos en siríaco, griego y latín. Entre los Manuscritos del Mar Muerto, descubiertos en 1947 en Qumrán, se han encontrado 14 fragmentos hebreos de varias copias de este libro.

Es decir: ¡Aquí no hay quien se aclare! Y desde luego los datos aportados no son nada seguro ni concluyente. Y además teniendo en cuenta que las construcciones a las que se refiere tienen 12.500 años y que estaban siendo construidas con una tecnología que a nosotros nos parece magia. Está claro que todos estos datos son inventados en distintas lenguas, en distintas épocas y fragmentos, donde también se mencionan los manuscritos del Mar Muerto.

Los verdaderos constructores no escribían en papiros, ni en manuscritos. Sino que representaban en maravillosos relieves y en jeroglíficos, en los muros de esos templos. Por tanto todas las posteriores versiones y manuscritos no pueden decir nada relacionado con estas construcciones inexplicables, porque están sin terminar de construir y nosotros no llegamos a aprender a leer, cuando se aborto la construcción de todos estos lugares en todo el mundo en el mismo instante, quedando todo inacabado.

Textos griegos[editar]

La mitología griega atribuyó la fundación de Susa al rey Memnón de Etiopía, un personaje que aparece en el relato épico de la guerra de Troya, la Ilíada de Homero.

El yacimiento fue examinado en 1836 por sir Henry Rawlinson y luego por A. H. Layard.3​En 1851, William Loftus hizo modestas excavaciones y fue quien identificó el yacimiento como Susa.4​En 1885 y 1886 Marcel-Auguste Dieulafoy y Jane Dieulafoy comenzó las primeras excavaciones francesas.5​

Jacques de Morgan llevó excavaciones más amplias entre 1897 y 1911. Estos esfuerzos continuaron bajo Roland De Mecquenem hasta 1914, a comienzos de la Primera Guerra Mundial. El trabajo francés en Susa se retomó después de la guerra, liderado por De Mecquenem, y siguió hasta 1940, ya con la Segunda Guerra Mundial.6​7​8​Los resultados arqueológicos del último período fueron escasamente publicados y hay intentos en desarrollo para remediar esta situación.9​

Roman Ghirshman asumió la dirección de los esfuerzos franceses en 1946, después del final de la guerra. Continuó allí hasta 1967. Ghirshman se concentró en excavar una sola parte del yacimiento, la llamada "Ville Royale" (Ciudad Real) de una hectárea, profundizando hasta la tierra desnuda.10​La cerámica encontrada en los diversos niveles permitieron el desarrollo de una estratigrafía para Susa.11​12​

Durante los años setenta, las excavaciones se reemprendieron bajo la dirección de Jean Perrot.13​14​

Rafael Alfonso Alfaro García. 

Susa nº 5 - 1, Foto 1
Susa nº 5 - 2, Foto 2
Susa nº 5 - 3, Foto 3
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