Rubén Sánchez finaliza el rodaje de la ERA , una ficción experimental-documental sobre la memoria histórica de la Guerra Civil Española. Una retrospectiva experimental sobre la ausencia de un ser querido y la busca por encontrar aquellos seres queridos que fueron arrebatados por el franquismo.
Rubén Sánchez, en el set de rodaje. Un Casa del 1870.
El rodaje empezó en agosto de este año en varios pueblos de las provincias de Burgos y Palencia, Castilla y León. El director, que en breves empezará el rodaje del Rey, en Madrid. Apuesta por un cine diferente, acercar la memoria y la cinematografía a la actualidad. Un director, que con solo 24 años, ha pasado por festivales como Busan, Curtas Vila do Conde, Medina del Campo, Braunschweig,o internacionales como Aesthetica en Reino Unido.
Se centra en la visión de dos padres, tres etapas en el tiempo, la ida a la Guerra, el final de la dictadura y la democratización de la memoria histórica. Los dos pensamientos de una generación que vive con los recuerdos y la tristeza que dejó la Guerra Civil Española. La producción se rodó en dos pueblos de Burgos y Palencia, en Castilla león. La producción contiene parte documental, pero otra friccionada. Rodado en Blanco y Negro. Con una voz en off narrativa. La Era no es una película, es un componente emocional de recuerdo, con una narrativa cinematográfica. Se centra la visión de Adolfo y Carmina, una pareja de personas mayores, que perdieron a su hijo en la Guerra Civil Española, y creen que puede estar en una fosa común que se ve amenazada por la urbanización de la España rural.
El retrato de esta película, tiene grandes referentes cinematográficos del cine Francés, como Godard o los Padres del cine; los hermanos Lumiere . Esta estética, subtitulada, en blanco y negro. Rubén Sánchez, ha querido hacer La Era como parte de querer utilizar el cine, como medio de comunicación, medio artístico, de contar una parte de la historia. Se puede tocar la historia desde muchas ramas y también se puede plasmar según una ideología u otra. El franquismo nunca ha sido juzgado. Es una parte que nos arrastra en el tiempo y que hoy en día convivimos con dos ideologías claramente marcadas. La experimentación en el lenguaje cinematográfico es clave, para mí, en esta producción. La narrativa que aplico es arriesgada, es un trasfondo de imagen con texto que crea un concepto visual. Pero mi intención, es siempre la de apostar hacia un cine que me defina, pero sobre todo que opine sobre este debate en momentos donde el ser humano, tiene un empoderamiento cultural muy grande, gracias a las imágenes. Me siento feliz, feliz de narrar algo que no viví, pero generaciones de abuelos, bisabuelos vivieron.