Rachmaninov y Tchaikovsky, dos rusos "buenos", muestran su genio en el próximo concierto de Fundación Excelentia

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Dos de sus obras maestras el 19 de mayo en el Auditorio Nacional con director y solista también rusos

Rachmaninov y Tchaikovsky, dos rusos

En estos tiempos turbulentos en los que parece irse imponiendo una cierta “rusofobia” vale la pena comprobar que los grandes genios de la música y la literatura siguen tan vigentes como siempre y que el mal ambiente en el que ellos vivieron ha quedado en el olvido. También que grandes artistas contemporáneos rusos pueden ofrecer su genio en Madrid. En efecto, Rachmaninov vivió algunos años de la Primera Guerra Mundial y de la Revolución Rusa que le obligó a salir de su país. Precisamente el día en que comenzó la Revolución de Febrero de 1917 en San Petersburgo, Rachmaninov realizó un recital de piano en Moscú en ayuda de los soldados rusos heridos que habían luchado en la guerra. Meses después, en septiembre de ese año dio su último concierto en Rusia y semanas más tarde abandonó el país.

No vivió esas luchas Piotr Ilich Chaikovski, nacido 33 años antes, a quien muchos consideran el mejor compositor ruso de la historia, que escribió música en varios géneros y formas, incluyendo la sinfonía, ópera, ballet, música instrumental, de cámara y la canción, pero su vida no fue muy feliz. A pesar de contar con varios éxitos, nunca tuvo mucha confianza o seguridad en sí mismo y su vida estuvo salpicada por crisis personales y períodos de depresión entre las que se cuentan su homosexualidad, que vivía de forma oculta y reprimida y su desastroso matrimonio que contrajo con Antonina Miliukova en 1877, que duró menos de un mes. Su repentina muerte a los cincuenta y tres años en el año 1893 suele atribuirse generalmente al cólera, pero algunos lo atribuyen a un suicidio al beber voluntariamente agua contaminada.

Pese a esas vidas conflictivas, los dos genios rusos compusieron grandes obras maestras, y dos de ellas son las que se podrán apreciar en el concierto que organiza Fundación Excelentia para el 19 de mayo a las 19:30 horas en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Madrid. Será una oportunidad para disfrutar con el Concierto para piano y orquesta nº3, de Rachmaninov y la Sinfonía nº5 de Tchaikovsky. Con el joven y virtuoso pianista ruso Andrei Gugnin y con la Orquesta Clásica Santa Cecilia bajo la dirección de Daniel Raiskin, también ruso, nacido en San Petersburgo.

Concierto muy complicado

Rachmaninov tenía unas manos muy grandes que ciertamente resultaron útiles al interpretar el más desafiante técnicamente de los cuatro conciertos para piano del compositor. Hasta 1996, el tercer concierto para piano de Rachmaminov fue eclipsado en gran medida por su hermano mayor, el famoso Concierto para piano n.° 2, pero la brecha entre los dos se redujo con el estreno de la película Shine (ver tráiler) en la que se cuenta la historia real del concertista de piano australiano David Helfgott, su poderosa banda sonora contribuyó al éxito de la película, ganadora de un Oscar, y aseguró una nueva audiencia para esta poderosa obra romántica.

Rachmaninov compuso el concierto en 1909, nueve años después del estreno de su Concierto para piano n.º 2. El tercero es más grandioso, más completo y más expansivo en tono y estilo, llevando al solista hasta los límites de su capacidad. Esta obra maestra de tres movimientos se encuentra junto al Concierto para piano n.º 2 de Brahms entre los más exigente de todos los conciertos románticos. También es uno de los más electrizantes.

Cuando Pyotr Tchaikovsky tuvo la idea de escribir su Quinta Sinfonía a principios de 1888, estaba lleno de dudas, un estado de ánimo que se repitió a lo largo de su carrera como compositor. No había compuesto una sinfonía en diez años, y le preocupaba que tal vez se hubiera perdido a sí mismo como compositor. A pesar de su estado de ánimo, siguió adelante y en agosto de 1888 había terminado la sinfonía. Pero no quedó contento con el resultado. Él mismo escribió: “Estoy convencido de que esta sinfonía no es un éxito. Hay algo tan repulsivo en tal exceso, falta de sinceridad y artificialidad... Con cada día que pasa, estoy cada vez más seguro de que mi última sinfonía no es un trabajo exitoso, y me doy cuenta de que no tiene éxito (o tal vez que mis poderes están decayendo) me angustia mucho.”

La obra fue bien recibida en Rusia a pesar de las reservas de Tchaikovsky, y una interpretación en Hamburgo en 1889 hizo que el compositor cambiara de opinión sobre la obra. Hoy es considerada como una de sus grandes obras maestras. La 5ª Sinfonía ha sido comparada con la 5ª de Beethoven en el sentido de que dentro de ambas obras hay una sensación de superación de la adversidad, y esa comparación muy amplia es válida. Es la forma en que estos dos compositores tan diferentes lo interpretan, lo que hace que ambas sean obras maestras.

Nueva temporada muy completa

Ya se pueden reservar los abonos del Ciclo Grandes Clásicos de Fundación Excelentia para la Temporada 22/23 de la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Madrid. Una oportunidad para disfrutar de Paganini, Beethoven, Rossini, Handel, Rachmaninov, Mendelssohn, Tchaikovsky, Dvorak, Mozart, Bernstein, Strauss, con directores y solistas de gran prestigio internacional que conforman una temporada inolvidable. Y además, por ser abonado se podrá disfrutar de privilegios exclusivos:

  • Conferencias previas a cada concierto
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  • Invitaciones y ventajas para otros conciertos
  • Flexibilidad para el canje de entradas en caso de que no se pueda asistir a alguno de los conciertos de Abono

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