Es cada vez mayor el número de fortificaciones que bajo supuestas carencias de seguridad o vigilancia son cerradas o con complicados trámites de solicitud para poder ser visitadas sin que se vislumbren acciones a corto o medio plazo que normalicen su disfrute.
Un extenso patrimonio de fortificaciones militares compuesto por abandonados castillos, fuertes y baterías de costa o antiaéreas es visitado por miles de senderistas y excursionistas desde hace años, demanda que supera, hoy por hoy, a la respuesta institucional para su definitiva puesta en valor.
El abandono, unido a sus carencias de seguridad y vigilancia ha conducido presumiblemente a que sus titulares impidan el acceso, en unos casos, o a dificultar sobremanera su petición de acceso y visita, en otros.
Este patrimonio, protegido casi en su totalidad como monumentos y bienes de interés cultural (BIC), está obligado a poder ser visitado según establece la Ley de patrimonio, pero las vallas, rejas y carteles de “prohibido el paso” impiden un acceso normalizado en su mayoría. La ineficacia de “estas puertas al campo” está conduciendo por otro lado al vandalismo y forzamiento de estos accesos como se ha comprobado en el Castillo de la Atalaya, San Julián, Moros, Torre de Santa Elena, o recientemente en la última batería cerrada; la de San Leandro.
AFORCA reconoce las actuales carencias de seguridad y vigilancia existentes en este patrimonio, y hasta entiende que sus titulares impidan su acceso buscando quizás un posible amparo legal caso de accidente, pero esta situación parece eternizarse y no se vislumbran soluciones a corto o medio plazo.
En otros casos, resultan complicadas las gestiones para visitar estos bienes, obligando al ciudadano a una programación muy anticipada y bajo el amparo de una asociación o grupo organizado como ocurre en el caso del Castillo de Galeras, la Torre de Santa Elena, Moros o las baterías de Santa Florentina, Santa Ana o Santa Ana Complementaria. Para San Julián, ni siquiera existe información de a qué estamento de TELEFONICA habría que recurrir.
En relación con todo ello, la actual Ley de Patrimonio establece, entre otros, dos importantes preceptos como son:
El titular debe comprometerse a mantener, conservar y custodiar el Bien Cultural.
Los Bienes Inmuebles de titularidad privada han de estar abiertos al público, al menos durante 4 días al mes.
AFORCA propone que las instituciones titulares del patrimonio sin restaurar establezcan unas mínimas condiciones de seguridad que posibiliten su apertura organizada durante los fines de semana, o que al menos se publicite y facilite los procedimientos y condiciones de solicitud de visita.
Por último, AFORCA llama la atención sobre la gran cantidad de visitas que recibe la Batería de Castillitos y el lamentable estado de su pequeño aparcamiento donde los socavones reducen aún más su uso.