La Gran Muralla China nº 2

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La Gran Muralla China nº 2

CONCLUSIONES:

VIENE DE UN CAPÍTULO PREVIO.

Veamos ahora el periodo  de la dinastía Han.

En 210 a. C., el emperador Qin Shi Huang murió y la dinastía Qin que había fundado sobrevivió unos pocos años. En el 202 a. C., Liu Bang, un exsoldado de origen campesino, se proclamó emperador con el nombre Han Gaozu. Debilitada por su anterior guerra de sucesión contra el general Xiang Yu, Gaozu abandona el mantenimiento de la Muralla de la era Qin,

También se aportan muchos datos que sirven para dar cuerpo a la versión oficial, se dice que tras varias guerras y casamientos para mantener la paz Han Wudi decidió tomar la ofensiva contra la confederación Xiongnu e inició en 129 a. C. una primera ofensiva, seguida de muchos otras. Wudi restauró y conectó porciones de la Muralla de la dinastía Qin y luego la extendió a través de lo que se convertiría en la Ruta de la Seda En 119 a. C., los Xiongnu fueron expulsados a través del desierto de Gobi en la Mongolia interior, y se construyó una nueva sección del muro de 400 km de largo que se conserva actualmente. De esta manera y con datos históricos más o menos reales se va adjudicando la construcción de la muralla a distintas dinastías a lo largo del tiempo. Dinastías que nada tienen que ver con la construcción de la muralla, ya que esta es 10.000 años anterior a estas dinastías.

También en los datos se dice que:

Desde el periodo de los Tres Reinos (220) hasta fines de la dinastía Yuan (1300), la muralla no experimentó grandes cambios y prolongaciones más allá de la reconstrucción de sectores desgastados. Destacan pequeños periodos de construcción en los siglos v al vii y los siglos xi al xiii.

Veamos: Esta llamada muralla no tiene nada que ver con las distintas dinastías. Pero es posible que alguna de ellas o todas en algún momento trataran de hacer alguna reparación, que desde luego sería muy diferente a la construcción original.

Tambien dicen los datos aportados que: En periodo de la dinastía Ming la Gran Muralla como concepto se reavivó de nuevo durante la dinastía Ming después de la derrota del ejército por parte de los Oirates en la batalla de la fortaleza de Tumu en 1449. Los Ming no tuvieron una clara victoria y adoptaron una nueva estrategia para mantener las tribus nómadas alejadas de la capitalː mediante la construcción de muros a lo largo de la frontera norte de China.

A diferencia de las anteriores fortificaciones, la construcción de la dinastía Ming fue más fuerte y más elaborada debido a la utilización de ladrillos y piedra en lugar de tierra apisonada. Como consecuencia de las incursiones mongolas a lo largo de los años, se dedicaron considerables recursos a reparar y reforzar las paredes. Las secciones Ming cerca de la capital Pekín son especialmente fuertes y resistentes.

Veamos: Tal como estamos viendo, la construcción de la gran muralla se va realizando a través de distintas dinastías y tras distintas batallas. Dinastias que nada tienen que ver con la construcción original y como mucho podrían haber hecho distintas reparaciones, más bien testimoniales que prácticas, ya que la longitud de la muralla hace que pueda ser atacada por muchos sitios. Ya que los verdaderos constructores no planearon que eso fuese una muralla defensiva.

La gran muralla China tiene su correspondencia en Sudamérica:

Cortesía de:  https://www.labrujulaverde.com/2020/01/qhapaq-nan-la-esplendida-red-de-calzadas-que-comunicaba-todos-los-rincones-del-imperio-incaico

La expresión Qhapaq Ñan (Cápac Ñan) es quechua y significa Camino del Rey. Se versiona a veces como Inka naani, que resulta un poco más clara y quiere decir Camino del Inca. En cualquier caso, ambas hacen referencia a lo mismo: una profusa red viaria que comunicaba todos los rincones del Tahuantisuyu con su capital, Cuzco, y sumaba decenas de miles de kilómetros. Un sistema de comunicación fundamental para gobernar y administrar el imperio más extenso de la América prehispana.

El territorio abarcaba aproximadamente dos millones de kilómetros cuadrados que iban, por el norte, desde la región colombiana del Pasto hasta, por el sur, el río chileno Maue, mientras que de este a oeste quedaba encajado entre la selva amazónica y el océano Pacífico.

Todo ello fruto de sucesivas expansiones que dirigieron gobernantes como Pachacútec, Cápac Yupanqui, Túpac Yupanqui y Hayna Cápac; en muy poco tiempo, ya que el origen de esa civilización tuvo lugar en Cuzco a principios del siglo XIII y su final definitivo llegó con la conquista española, que se extendió desde 1532 a 1572.

Se entiende, pues, la necesidad de contar con una red de calzadas que, salvando distancias, valles, montañas y desiertos, permitiera dinamizar las comunicaciones y facilitara el traslado de las tropas de un suyu a otro. Los suyos eran las cuatro grandes divisiones del incanato: Chinchaysuyu (norte), Collasuyu (sur), Antisuyu (este) y Contisuyu (oeste), cada uno de ellos gobernado por un suyoyuc apu (señor) y formado por diversos huamanis o provincias, que a su vez se subdividían en sayas o sectores, quedando todo el conjunto bajo el mando supremo del Sapa Inca.

Es fácil deducir que ese vasto país aglutinaba multitud de pueblos muy diferentes entre sí, por lo que el Cápac Ñan también ejercía un papel homogeneizador en lo político, lo económico, lo religioso y lo cultural, aún cuando los incas solían respetar el modo de vida autóctono. Queda patente el parecido de esa red con la romana en múltiples aspectos, si bien eran de épocas diferentes. También se la suele comparar con la Ruta de la Seda por favorecer las relaciones comerciales entre puntos muy distantes.

Veamos: Estos datos son más o menos como los aportados para la gran muralla China. En el caso del Cápac Ñan, estamos hablando de 60.000 Km. de recorrido; una vuelta y media a la Tierra. Y desde luego nada tiene que ver con gobernantes como Pachacútec, Cápac Yupanqui, Túpac Yupanqui y Hayna Cápac. Ni tampoco la cronología es correcta; a principios del siglo XIII y su final definitivo llegó con la conquista española, que se extendió desde 1532 a 1572.

El Cápac Ñan, forma parte de construcciones como Machu Picchu u Ollantaytambo. Así como un sinfín de construcciones que están a lo largo de este supuesto camino de 60.000 Km. Si ya sabemos que son, o qué iban a ser en realidad esas enigmáticas construcciones, el Cápac Ñan las conecta, al igual que sucede en la gran muralla China que conecta las distintas construcciones.

Estos dos “caminos” están relacionados con las llamadas calzadas romanas, que desde luego no fueron los romanos los que la construyeron y pasa por lugares inverosímiles situados en montañas.

Vamos a imaginar por unos momentos que sería de haberse terminado: No solo la gran muralla China; no solo el Cápac Ñan, no solo las calzadas romanas. Sino qué sería el planeta Tierra de haberse terminado esas construcciones y nosotros creados por los verdaderos constructores a su imagen y semejanza; tanto en cuerpo como en alma, tendríamos su increíble tecnología y su enorme saber. ¡Y no solo eso! Sino que los cuatro gigantes gaseosos; Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno serían Soles y sus lunas planetas habitados por una civilización humana, que formaría parte de la comunidad de constelaciones zodiacales que estamos viendo en el cielo y quien sabe cuánto más allá. Las cuales con total seguridad están habitadas por la misma civilización que nos creo.

Y la prueba está en el zodiaco de Dendera, hallado en el “templo” de Hathor. Este llamado templo por la ciencia ortodoxa se construyo hace 12.500 años como todos los templos y las pirámides de Egipto. Con esa tecnología que tal vez este un millón de años por delante de nuestra tecnología actual Y la prueba de que esos mal llamados templos no son tales, sale a la luz cuando nos hacemos las preguntas de: ¿Donde están las ciudades que generaron esos supuestos templos?  ¡No están por ningún sitio! Solo están los llamados templos en mitad del desierto a lo largo del rio Nilo.

Y no solo esto; sino que ¿Donde vivían los faraones? Esos supuestos templos no tienen las dependencias propias de una vivienda. Hay salas repletas de columnas que pueden pesar 400 Kilos cada una ¿Por qué? Y si no vivían en esos supuestos templos ¿Dónde están las viviendas de los sacerdotes? Y me refiero a las viviendas construidas con los mismos materiales y los mismos métodos que los supuestos templos. ¡No están por ningún sitio! Solo están los supuestos templos a lo largo del rio Nilo y las enigmáticas pirámides.

Y teniendo en cuenta todos los datos que ya hemos analizado y en buena medida admitido. Esos mal llamados templos junto con las pirámides solo pueden ser unas maquinas a través de las cuales los verdaderos constructores se iban a desplazar de una forma instantánea desde su lugar de procedencia hasta este planeta para enseñarnos todo su enorme saber. Junto con eso que llamamos religión y no sabemos bien lo que es ya que no dio tiempo a que nos lo enseñaran al tener que abandonar repentinamente el planeta y a nosotros muy a su pesar.

Prometieron volver y yo lo creo, por eso debemos estar preparados y saber quiénes somos, de dónde venimos y a quién nos debemos.

También en los datos aportados se dice que:

El libro de Richard Halliburton, Second Book of Marvels, publicado en 1938, afirmaba que la Gran Muralla es la única construcción humana visible desde la Luna, y la publicación de Ripley de la misma década aseguraba algo parecido. Esta creencia ha persistido, adquiriendo un estatus de leyenda urbana. Arthur Waldron, autor de la historia más fiable de la Gran Muralla, ha especulado que la creencia puede provenir de la fascinación con los «canales» que se creía que existían en Marte. La lógica era simple: si los terrícolas podían ver los canales de Marte, entonces los marcianos podrían ver la Gran Muralla.

En realidad, la Gran Muralla tiene únicamente pocos metros de ancho —un tamaño aproximado al de las pistas de las carreteras y aeropuertos— y es casi del mismo color que el suelo que la rodea. No es posible verla desde la distancia de la Luna, y mucho menos desde Marte.

Neil Armstrong afirmó: «No creo que, por lo menos con mis ojos, hubiera alguna construcción humana visible para mí. No he conocido a nadie que me haya dicho que ha visto la Muralla China desde la órbita terrestre.​ Le he preguntado a mucha gente, particularmente a gente del transbordador, que han orbitado varias veces sobre China durante el día, y aquellos con los que he hablado no la han visto». En mayo de 2004, la NASA anunció que la fotografía tomada a la Muralla China desde el espacio no era en realidad la construcción, sino un tramo de un río entre las montañas, y reconoció públicamente que la Gran Muralla no es visible desde el espacio sin ayuda.

Veamos: Este es un dato que contrasta con todos los aportados por la oficialidad, Ya que es el único que se corresponde con la realidad.

Rafael Alfonso Alfaro García.

La Gran Muralla China nº 2 - 1, Foto 1
La Gran Muralla China nº 2 - 2, Foto 2
La Gran Muralla China nº 2 - 3, Foto 3
La Gran Muralla China nº 2 - 4, Foto 4
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