En esta vuelta al cole "No podemos pasar página"

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“A un año y medio del inicio de la pandemia, NO podemos pasar página”

En esta vuelta al cole

Esta vuelta al cole deja en evidencia el incremento de las brechas de desigualdad y pone en riesgo el regreso a las aulas de millones de niños y niñas, en el segundo año de pandemia

Entreculturas, a través de la campaña La Silla Roja, pone de manifiesto que la pandemia ha escrito una página negra en el derecho a la educación y que “no se puede pasar página”.

Reivindica a través del informe "Sistemas educativos interculturales. Para no dejar a nadie atrás en tiempos de la COVID-19" que el momento de actuar y de redoblar los esfuerzos para que nadie se quede atrás es ahora.

Entreculturas.- 16 de septiembre de 2021. Hay veces que no podemos pasar página y dejar algo atrás, y esta es una de ellas. La pandemia ha escrito una página negra en el derecho a la educación. Casi la mitad de los alumnos y alumnas del mundo siguen afectados por el cierre total o parcial de las aulas y las consecuencias de la crisis sanitaria sobre la infancia están siendo devastadoras. Muchos de ellos corren el riesgo de no volver a la escuela y se calcula que más de 100 millones de niños y niñas no lograrán alcanzar el nivel mínimo en lectura.

Para visibilizar esta realidad y hacer un llamado tanto a la sociedad como a los gobiernos sobre la emergencia educativa que vivimos, la ONG Entreculturas ha lanzado esta tarde su campaña de “vuelta al cole” La Silla Roja, este año bajo el lema “No podemos pasar página”, acompañada del Informe “Sistemas educativos interculturales. Para no dejar a nadie atrás en tiempos de la COVID-19", y un segundo informe que lleva el nombre de la Campaña, en el que se analiza la situación general de la educación en este periodo. 

La presentación de la campaña estuvo moderada por Lucía Rodriguez, Responsable de Incidencia Política de Entreculturas que afirmó: “Según datos de UNESCO, hoy hay 142 millones de estudiantes que aún no han vuelto a la escuela desde marzo de 2020, ya que al menos 19 países mantienen un cierre total a nivel nacional. Además, más de una treintena de países mantienen cierres parciales entre ellos, algunos de los más poblados, lo que supone que en total casi la mitad del alumnado del mundo está afectado.”

Ramón Almansa, Director Ejecutivo de Entreculturas agregó que “se estima que 11 millones de niñas están en riesgo de no volver a la escuela, que se suman a los 130 millones de niñas que ya no lo hacían antes de marzo de 2020. Además, el trabajo infantil en el mundo ha aumentado por primera vez en 20 años y el incremento se concentra en niños y niñas muy pequeños, de entre 5 y 11 años”

“Más de 100 millones de docentes y personal escolar se vieron afectados por interrupciones educativas. Y no olvidemos: las maestras y los maestros son esenciales y una de las claves para la recuperación de la crisis educativa global y, sin embargo, en muchos países no han sido considerados grupo prioritario de vacunación”, agregó Ramón Almansa.

“Sabemos que la crisis sanitaria y el subsecuente déficit de financiación para alcanzar el ODS 4 en 2030, en los países de ingresos bajos y medio bajos, podría aumentar a 200.000 millones de dólares, y se espera que los presupuestos nacionales de educación caigan en más de un 30%”, afirmó Vernor Muñoz, Director de Incidencia Política y Campañas de la Campaña Mundial por la Educación y autor del Informe “Sistemas educativos interculturales. Para no dejar a nadie atrás en tiempos de la COVID-19". Por eso, ahora más que nunca, es necesario poner el foco en los colectivos que están en mayor desventaja, aumentando la cooperación por parte de la comunidad internacional y respondiendo a esta crisis sanitaria con mayor compromiso para reducir la brecha educativa ya existente.

Ejemplo de ello son los pueblos indígenas, que “representan el 5% de la población mundial, y al mismo tiempo, el 33% del total de los pobres del mundo”, apuntó Vernor. “En Chile, Colombia, Brasil y Ecuador solo entre el 1% y el 8% de los estudiantes indígenas de tercer grado asiste a escuelas que desarrollan al menos una hora escolar en lengua indígena, mientras que en Paraguay y en Guatemala más de la mitad del alumnado de tercer grado recibe al menos una hora de educación en su lengua de origen. Se trata, sin duda, del típico caso de estudiantes empobrecidos que reciben una educación pobre”.

Desde Ibarra, en Ecuador, Milagros Noriega, docente y Directora de la zona norte de Fe y Alegría Ecuador, señaló que “la situación socioeconómica de las familias hace que muchos estudiantes no tengan acceso a la educación en línea. Hablamos de un ausentismo escolar de un 17% aproximadamente en las comunidades afroecuatorianas que acompañamos y un 13% en las escuelas de la comunidad indígena”. A todo eso se le suma otro factor aún existente en muchos rincones del mundo: el trabajo infantil. “Hemos evidenciado que las necesidades económicas del hogar han obligado a algunos estudiantes a trabajar en fincas o como vendedores ambulantes”, añadió.

Sin embargo, como toda crisis, también ésta nos ha dejado aprendizajes y oportunidades que han ayudado a “fortalecer vínculos entre familias y docentes, a descubrir nuevas formas de aprender y a sensibilizar al personal docente hacia el contexto y realidad familiar de los y las estudiantes”, agregó Milagros Noriega.

En el caso de España, donde la población estudiantil asciende a 8 millones de personas, la pandemia ha puesto en evidencia que quienes estaban en situación de vulnerabilidad social o económica previamente pueden ver reducidas sus posibilidades de acceso a la educación de calidad y con equidad. Un ejemplo de ello ha sido, con los cierres escolares, que la brecha digital ha salido a relucir: “Entre los hogares españoles con ingresos inferiores a 900 euros, un 44% no tiene ordenador en casa y un 32% no tiene acceso a la red”, afirmó Macarena Romero, Técnica de Incidencia Política de Entreculturas. “El colectivo gitano se ha visto especialmente perjudicado por la falta de continuidad educativa; en su caso, la brecha digital es muy marcada: la Fundación Secretariado Gitano advierte de que el 79% se ha visto afectado por esta brecha”, resaltó.

“Para garantizar el acceso a la educación de las minorías culturales y étnicas es fundamental garantizar la disponibilidad de datos desglosados del impacto de la pandemia, priorizar su regreso seguro a las aulas, poner en marcha planes de choque contra el fracaso escolar con enfoque de género que garanticen la finalización de la educación obligatoria y la continuidad en los estudios”, concluyó Macarena Romero, como parte de las recomendaciones y conclusiones presentadas de los informes presentados en esta campaña de vuelta al cole de Entreculturas.

Entreculturas trabaja en 38 países de América Latina, África y Asia junto a Fe y Alegría, el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y otras organizaciones socias, para asegurar el derecho a la educación y que ningún niño o niña se quede fuera del lugar en el que debe estar: la escuela. 

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