"La mano afortunada" es la segunda novela de José María Martín Ahumada y la primera que publica. Versa sobre las relaciones paternofiliales con un trasfondo musical. La novela imita la estructura de una sinfonía: hay un movimiento introductorio rápido en el que se presenta el tema principal ("Presstissimo furioso alla marzia"), otro lento donde se desarrolla ("Afettuoso con sordina"), un intermedio breve, desenfadado y ligero que alivia la tensión ("Scherzo", que es un tipo de danza), para finalizar con una esperanza avasalladora y desbocada salpimentada de juguetona ironía ("Allegreto con Brio"). Su extensión, de 68.000 palabras aproximadamente, la acerca también a una obra musical que puede disfrutarse en una tarde. Y para finalizar, los inevitables bises. Porque un concierto sin bises no ha sido un buen concierto.
El título procede de un cuadro de René Magritte en el que un piano de cola está desposado con un anillo gigantesco que rodea su caja armónica. Y en ambos es lo ausente lo que reclama la atención. En el cuadro, el pianista, su público y la propia música. En la novela, quien monologa es el falso protagonista de su discurso. Su discurso no es su propio discurso. Habla pero no es él quien habla. Cada palabra está presa, es atraída e impulsada por la fuerza gravitatoria irresistible de la influencia en la que están presos. Dicho de otro modo: es una novela sobre padres e hijos, sobre influencias fatales o forzadamente benéficas, sobre hijos que destruyen a sus hijos con obsesiones heredadas y también de hijos que son padres de sus padres y, antes que dejarse destruir, los salvan. Sobre un violinista, hijo de violinistas, condenado a engendrar violinistas; sobre un violinista destinado a ser cualquier otra cosa excepto violinista y que se empeña en serlo pese a la segura derrota; sobre un hijo de violinista que huye de la fatalidad de su destino ganando el último partido de fútbol que jugará. Y entretejido en el discurso de cada uno, los ausentes, que son los auténticos protagonistas aunque no se les escuche una palabra: en la primera parte, el padre de quien va a ser padre personificado en Leopold Mozart; en la segunda, Ariadna-Teresa y el padre suicida de quien habla; en la tercera, el hijo fallecido del molesto entrometido; en la cuarta, una madre cuya felicidad depende de que su hijo venza timideces y propicie un juego de seducciones e infidelidades. Y todos ellos, cada cual a su enrevesada manera, luchando con una voz propia que les sea fiel.
Sinopsis
Por su temática, sus voces solistas sostenidas por un bajo continuo en obstinato y estructura en cuatro movimientos sinfónicos, La mano afortunada aspira a ser una pieza musical. De los tres monólogos y el diálogo que conforman la obra, quien habla es el falso protagonista de su discurso. Cada palabra está presa, es atraída y está impulsada por una fuerza gravitatoria tan irresistible, grave y presente como insidiosa. Entretejido en el discurso de cada uno están los ausentes, que son los auténticos protagonistas de esta novela aunque no se les escuche una palabra: en el primer movimiento, el padre de quien va a ser padre personificado en quien engendró el genio de Wolfgang Amadeus Mozart, el injustamente vilipendiado Leopold; en el segundo, la profesora de violín y un padre que se adentra en el océano para recuperar a su esposa perdida; en el tercero, el difunto hijo del molesto entrometido; en el cuarto, una madre cuya felicidad depende de que su hijo venza timideces y propicie un juego de seducciones e infidelidades. Y todos ellos, cada cual a su enrevesada manera, luchando por hacerse con una voz propia que les sea fiel: esa voz que es tan suya como esquiva. Y para finalizar, los inevitables bises. Porque un concierto sin bises no ha sido un buen concierto.
Detalles del Libro
ISBN/13: 9788418722479
Num. Páginas: 220
Tamaño: 152 X 228 mm
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Año de publicación: 2021
Editorial: Caligrama
Categoría: FICCIÓN MODERNA Y CONTEMPORÁNEA
José María Martín Ahumada (Autor)
José María Martín Ahumada (Málaga, 1972). Entre 1998 y 1999 publicó en la revista de investigación y creación Estigma ensayos sobre Emil Michel Cioran, la nada y el vacío, Jorge Luis Borges y Constantinos Cavafis, y entre 1999 y 2001 colaboró como crítico literario en Papel Literario, suplemento cultural del Diario Málaga Costa del Sol. Es doctor en Filosofía por la Universidad de Málaga (2005) con la tesis doctoral La figura metafórica del Exilado en «Los bienaventurados» de María Zambrano, que obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude. Ha escrito El aniquilador de veladas perfectas y otros relatos, y la novela Sobre ciudades que enloquecen por puentes basculantes. La mano afortunada es su segunda novela.