El confinamiento elevó el número de lectores semanales de libros a su máximo histórico

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El porcentaje de lectores de libros que leen al menos una vez a la semana alcanzó el 52,7%, en 2020 y llegó a un máximo histórico del 57% durante el confinamiento

El confinamiento elevó el número de lectores semanales de libros a su máximo histórico

El tiempo dedicado a la lectura también se ha incrementado, pasa de 6 horas y 55 minutos antes del confinamiento a 7 horas y 25 minutos, a finales de 2020. Durante el confinamiento alcanzó las 8 horas y 25 minutos semanales.

Al 81% de los lectores, la lectura les ha ayudado a "llevar mejor la situación durante el confinamiento".

El 68,8% de los españoles mayores de 14 años leyó libros a lo largo de 2020. Un 64% tiene la lectura como una actividad de ocio, en su tiempo libre. Un 23,1% lee por trabajo o estudios. El 36% de la población no lee nunca o casi nunca libros.

El incremento en el número de lectores por ocio en tiempo libre ha sido generalizado en todas las comunidades autónomas. Cataluña y Andalucía han sido las que mayor incremento han registrado: 2,3 puntos.

  • La lectura de libros en formato digital sigue creciendo, el 30,3% de los españoles mayores de catorce años leen en este formato, al menos una vez al trimestre.
  • Un 51,7% de los españoles compraron libros (no de texto) en 2020, un 1,3% más que en 2019. La librería tradicional se mantiene como principal canal para la compra y crece en 2020.
  • Se ha incrementado la proporción de quienes pagan por los libros electrónicos (39,8%), pero la mayoría sigue descargándoselos gratuitamente
  • La lectura en niños es generalizada, pero se ha registrado una caída de casi 10% en los hogares donde se les lee a los menores de 6 años. A partir de los 15 años se reduce notablemente la proporción de lectores frecuentes en tiempo libre.
  • Por el confinamiento y las restricciones de movilidad desciende al 23,2% el porcentaje de población que fue a la biblioteca.

El confinamiento tuvo un efecto positivo sobre los índices de lectura en nuestro país que crecieron a lo largo de 2020. Esta es una de las principales conclusiones del Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2020, que ha sido presentado hoy por el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, y el presidente en funciones de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Patrici Tixis.

Este estudio, elaborado para la FGEE, con el patrocinio de CEDRO y en colaboración con el Ministerio de Cultura y Deporte, muestra como la lectura y el libro ha ayudado a buena parte de la población, a sobrellevar un año complicado, especialmente durante el periodo de confinamiento, lo que claramente refleja que el libro es un bien considerado de primera necesidad para muchas personas. Esto se ha manifestado tanto en el incremento del índice de lectura, especialmente en la lectura frecuente (al menos semanal), como actividad de ocio, y en el tiempo dedicado a esta.

En concreto, los datos reflejan que, en 2020, el 68,8% de la población española leyó libros. De estos, un 64% lo hizo por ocio, en su tiempo libre. El 23,1% leyó por trabajo o estudios, porcentaje que cae con respecto a 2019 (27,5%).

"A pesar de la mejora, hay algunos datos que invitan a pensar que aún queda mucho camino por recorrer para conseguir que el índice de lectura en España se sitúe en niveles europeos. Aún existe un alto porcentaje de población que no lee nunca o casi nunca, el 36%, lo que nos invita a seguir trabajando para reconducir esta situación", señala Patrici Tixis, presidente en funciones de la FGEE.

Si bien el porcentaje total de españoles que leyó un libro en 2020 creció ligeramente (0,3 puntos), el Barómetro refleja un incremento en el porcentaje de lectores en tiempo libre, que pasa del 62,2 en 2019 al 64%, y acumula una subida de 7 puntos porcentuales en los últimos diez años. Más significativamente aumentó el porcentaje de lectores que leen de forma frecuente (diariamente o al menos una vez a la semana), que pasa del 50% al 52,7%.

El Barómetro recoge el importante crecimiento que se produjo durante las semanas de confinamiento durante las que el porcentaje de quienes leyeron con una frecuencia al menos semanal alcanzó el 57%, máximo histórico. Una parte significativa del incremento en lectura generado por el confinamiento se ha mantenido una vez que finalizaron las restricciones de movilidad. Hay que señalar que fue entre la población menor de 35 años donde se produjo el mayor crecimiento de lectores frecuentes, especialmente entre la horquilla de población entre 25 y 34 años.

También significativo es el incremento del tiempo dedicado a la lectura que ha pasado de 6 horas y 55 minutos antes del confinamiento a 7 horas y 25 minutos, una vez finalizado el confinamiento. Cabe señalar que durante este alcanzó las 8 horas y 25 minutos semanales.

Hay que destacar, también, que la lectura tuvo un efecto positivo a la hora de sobrellevar el confinamiento. El 81% de los entrevistados reconocieron que los libros les ayudaron a llevar mejor la situación, con beneficios como el entretenimiento o la desconexión, también proporcionó alegría, tranquilidad y relajación.

Crecimiento de lectores en todas las Comunidades Autónomas

El incremento en el número de lectores por ocio en tiempo libre ha sido generalizado en todas las comunidades autónomas. El crecimiento fue mayor en Cataluña y Andalucía, donde subió 2,3 puntos respecto a 2019. Baleares y Castilla y León han sido las que han registrado un menor incremento; 0,7 y 0,8, respectivamente.

Si realizamos un análisis más en profundidad de la lectura por regiones se observa que, a pesar de la mejora de los índices de lectura en tiempo libre en todas las comunidades autónomas, sigue habiendo grandes desequilibrios si comparamos las regiones donde más se lee, Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña con aquellas donde se lee menos, Extremadura, Canarias, Andalucía y Castilla-La Mancha.

Desequilibrios que también se producen tanto en los diferentes tramos de edad, como por nivel de estudios. En cuanto a la edad, el tramo con mayor población lectora es la comprendida entre los 14 y los 24 años (73,8% de población lectora en tiempo libre). A partir de los 25 años se produce una caída en los índices de lectura (64,2%). Se recupera entorno a los 35 años y vuelve a caer de forma significativa entre la población con edad superior a los 65 años (49,2% de la población)

En lo que se refiere al nivel de estudios, el 85,7% de la población con estudios universitarios lee en su tiempo libre. El porcentaje baja hasta el 61,4% entre quienes tienen estudios secundarios. El 39,6% de la población que solo ha cursado estudios primarios es lectora en tiempo libre.

En todos los grupos de edad, entre las mujeres sigue habiendo un mayor porcentaje de lectura de libros en tiempo libre que entre los hombres.

"Estos desequilibrios existentes muestran que sigue siendo muy necesario insistir en la necesidad de abordar un Pacto de Estado por el libro y la lectura que permita poner en marcha acciones que contribuyan a reducir las brechas existentes entre territorios y ponga en valor el efecto positivo que la lectura tiene para el desarrollo social y cultural de los ciudadanos y de la sociedad", apuntó Patrici Tixis.

Lectura en formato digital

El 30,3% de la población mayor de catorce años lee libros en formato digital al menos una vez al trimestre. Este porcentaje es 1,2 puntos superior al registrado en 2019. Los lectores que leen libros en formato digital emplean en mayor proporción los e-readers (12,6%) y el ordenador (12,5%). También significativa es la lectura de libros a través de Tablet (10,1%) y del móvil (6,2%).

Compra y adquisición de libros

Si el porcentaje de lectores de libros ha crecido en 2020 también lo ha hecho el porcentaje de compradores. El 51,7% de la población compró un libro en este año. Esto representa 1,3 puntos con respecto a 2019. Si analizamos lo ocurrido desde 2010, el porcentaje de compradores de libros se ha incrementado en 11 puntos porcentuales.

Un año más, el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros pone de manifiesto que las librerías son los lugares preferidos por los lectores para acceder a los libros, lo que les convierte en establecimientos que han de ser preservados y ayudados, especialmente en situaciones como las que, actualmente se están viviendo. La librería tradicional se mantiene como el principal canal de compra de libros no de texto. Un 71,1% de los compradores eligieron estos establecimientos para la adquisición de algún ejemplar. Le sigue Internet como canal de compra (incluidas las plataformas de las librerías), que fue elegido por el 38,4% de los compradores en alguna de sus adquisiciones. Entre la población con edades comprendidas entre 25 y 44 años, este porcentaje sube hasta el 49%.

En cuanto a la forma de acceso a los libros en formato digital, a lo largo de 2020 ha aumentado notablemente la proporción de lectores que pagaron por libros electrónicos, (del 35% al 39,8%), si bien siguen siendo mayoría quienes obtienen libros sin pagar o se los descargan gratuitamente desde internet, el 55%, porcentaje que ha crecido ligeramente en 2020 (del 54,7% al 55%) tras tres años de caída (en 2017 el porcentaje era del 64%). El 43,7% señaló que la forma de acceder a libros electrónicos es a través de amigos o familiares por USB, CD, e-mail, etc. Se trata de una respuesta múltiple, por lo que hay personas que compran algunos libros, pero otros los obtienen bien gratuitamente, bien a través de amigos.

Resulta llamativo, no obstante, que seis de cada diez entrevistados que se descargan libros electrónicos gratuitamente saben perfectamente cuándo la descarga no es legal.

Bibliotecas

El Barómetro de Hábitos de Lectura ha analizado un año más el uso de las bibliotecas. El servicio bibliotecario sigue obteniendo una muy buena valoración entre los españoles y en todas las comunidades autónomas. Las bibliotecas mejor valoradas son las de Cataluña, con un 8,8, seguidas de las del País Vasco, Castilla y León y Cantabria. No obstante, este año se ha registrado un importante descenso en el uso de estas, del 32,0% en 2019 al 23,2% en 2020, como consecuencia de las restricciones de movilidad y la suspensión del servicio de bibliotecas durante buena parte del año.

Lectura en menores

Por último, el Barómetro analiza la lectura entre los niños y adolescentes. La lectura infantil se mantiene en valores muy elevados. En el 74,4% de los hogares con niños menores de seis años se lee a los niños. Esta cifra supone un descenso con respecto a 2019, año cuando se registró un porcentaje del 83,6%. Sí se produce un incremento entre los niños y niñas de 6 a 9 años que leyeron libros no de texto, 2 puntos porcentuales más que en 2019 (86,8%). En ambos casos, el tiempo de lectura a la semana está entorno a las tres horas.

Como ya ocurriera en ediciones anteriores del Barómetro, a partir de los quince años se registra una caída de la proporción de lectores frecuentes. Si el 79,8% de los niños y niñas de 10 a 14 años es lectora en tiempo libre (con una media de 10,6 libros leídos en 2020), a partir de los 15 años, este porcentaje desciende hasta el 50,3%. 

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