Leonor Antón vuelve a desnudar su alma en Perravieja

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La escritora cartagenera escribe sobre amar en tiempos de pandemia: "Mientras se siga respirando hay que seguir amando"

Leonor Antón vuelve a desnudar su alma en Perravieja

Los bosques de Asturias inspiran Perravieja, el nuevo libro de Leonor Antón.

Leonor Antón vuelve a desnudar su alma en Perravieja (Editorial Olé Libros, 2020) a través de relatos breves y poemas ambientados en los bosques verdes de Asturias; en esa frondosidad de árboles, animales, frutos y flores que consigue transportar al lector a un mundo bucólico. Y en el centro, ella, una mujer que ha vivido intensamente, que conoce mundo y con una mochila cargada de experiencias de juventud, y que ahora enfrenta y confronta una realidad vital impensable para cualquiera: una pandemia a nivel mundial.

La prolífica escritora y poeta Leonor Antón afrontó el confinamiento decretado en el mes de marzo en un entorno privilegiado: los bosques de un pueblo remoto de Asturias. Durante este tiempo pudo mirar con otros ojos a su alrededor y reflexionar sobre la vida y el amor. Tras superar la crisis vital que narraba en su anterior libro, Manifiesto antes de morir (Editorial Olé Libros, 2020), se encuentra ante la dura situación de vivir encerrada, de no poder amar de nuevo y constata cómo la naturaleza recupera el espacio que el ser humano le está robando.

Sus debilidades, sus anhelos frustrados, sus deseos, sus inseguridades y decepciones son plasmadas en las páginas de Perravieja como solo ella sabe hacer y que demuestra en cada uno de sus libros para mantener al lector expectante ante cada una de sus palabras.

A través de escritos reflexivos, en ocasiones capítulos a modo de diario íntimo, en otras como interpelación directa al lector para hacerle 'despertar'; y en otras con poemas de hondo calado, nos enfrenta a la realidad y cómo asumir una tan impensable como la vivencia de una pandemia y, sobre todo, sus consecuencias.

"Nada ni nadie en esta tierra inusitada volverá a ser el mismo.Dale tan solo unos segundos de vida a nuestro planeta con el ser humano escondido en madrigueras para que la naturaleza recupere lo que es suyo por legitimidad y descubriremos, en dicha recesión cómo la flora y la fauna se apoderan de las calles de los hombres en pocos y frágiles segundos. Comprended con tal solemnidad nuestro impacto como especie.Comprended de una vez que no éramos equilibrio sino supremacía injusta. Vieja tierra mancillada como un cuerpo sometido a un terrible virus. Curioso el símil de pandemia con el del ser humano como autoritarismo.Sentaos pues conmigo sobre la greda húmeda y pensemos seriamente si habitar o no las lunas y sojuzgar a otros astros".

PREGUNTAS A LA AUTORA

Estabas en pleno proceso de escritura de una novela y se desata la pandemia. ¿Qué te sucede en ese momento y cómo lo gestionas?

Sufrí de manera instantánea un bloqueo como nunca antes había sentido, dejó de interesarme lo que estaba escribiendo y mi cabeza se adentró en un limbo. Hacía relativamente poco que había dejado la vida frenética de Madrid para aislarme y escribir; la soledad no era algo que me asustase porque la sentía opcional. Disfrutaba del silencio, la tranquilidad para analizar, observar con detenimiento y desarrollarme después mediante la escritura. Claro que, no podíamos imaginar que meses después todo lo que había construido alrededor de ese universo se convertiría en mi propia jaula.

No pude continuar con la novela y todavía no la he retomado. El libro de Perravieja fue el resultado de ese medio año con la enfermedad de lo opaco en los dedos. Me costó mucho gestionarlo a nivel emocional.

¿Qué te ha inspirado a la hora de escribir Perravieja?

Durante el periodo que no pude continuar escribiendo la novela, sí que había realizado algunas grabaciones, audios que más tarde serían parte de Perravieja, también fragmentos de mi propio diario en el que reflexiono sobre lo que está sucediendo. Aunque, al final, te das cuenta que tanto la parte escrita en prosa, como los archivos de audio o vídeo, incluso la parte poética, forman parte intrínseca de tu propio diario. Es tu historia la que ahí se narra, provenga de un formato u otro siguen siendo maneras de comunicarse, y además en el libro está todo perfectamente ordenado y tiene un sentido. Determinas que lo que te inspira, de hecho, es en conclusión el propio bloqueo, la propia pandemia y lo que más anhelas en ese momento; poder amar. Todo va sucediendo en tiempo real en este libro.

Los bosques de Asturias han sido tu calma y compañía durante ese tiempo. ¿Son claves en el libro?

No puedo negar que incluso antes de vivir aquí ya formaba parte de mi propia antología, aunque nací frente al mar, siempre sentí una atracción magnética por el bosque, tarde o temprano sabía que acabaría viviendo en uno. Era cuestión de tiempo que algo así sucediera. Desde entonces, el influjo del bosque ha sido incluso más poderoso e intenso, sin duda, y absolutamente perceptible en el libro. Considero imposible separar mi naturaleza de esa otra en la que ahora realmente habito. Se ha convertido en la clave del libro. Haber vivido la pandemia en cualquier otro lugar, como es incuestionable, hubiera sido totalmente distinto, y no habría escrito Perravieja, sino otro libro diferente.

¿Dónde queda el amor durante ese tiempo?

Evidentemente el amor queda prohibido, o al menos el amor como debe desarrollarse en su estado natural y, en mi caso, optó únicamente por la apatía de los píxeles, las circunstancias obligaron a convertirnos en fieras enormes en jaulas muy pequeñas, separadas por apenas unos míseros kilómetros pero imposibles de franquear. Hubo relaciones que se rompieron, fueron pospuestas, puestas en pausa, también hubo algunas retomadas, otras nuevas y las más afortunadas hasta reforzadas. Sentí vivir todo al mismo tiempo durante el aislamiento en el bosque. Pero no fue hasta la tregua de verano cuando pude reencontrarlo, sin demasiada esperanza en un principio, pero ahí continúa. Soy consciente de que todavía queda mucho por vivir.

Quiero vivir más para poder amar.

Quiero ser longeva

como aquel árbol que en sus ramas se dan palmas.

Quiero entregar mi cuerpo a otras manos

y sentirme como el agua

filtrándose entre las rocas pulidas del riachuelo.

¿Qué quieres contar con Perravieja?

Siempre he mantenido que no escribo nada premeditadamente, querer contar una historia u otra no es algo que me plantee y lleve tiempo dándole vueltas. En la mayoría de los casos, sencillamente escribo. Y conforme voy conociendo el manuscrito, voy también empezando a comprender su verdadera naturaleza. Al final resultó un libro que habla sobre el aislamiento, la vida durante el inicio de la pandemia, la soledad, el miedo a no volver a ser la escritora que era, el miedo a enamorarse. Pero también la madurez que al final se reconoce en sí misma, la capacidad de adaptación, supongo. O las ganas de seguir viviendo y descubriendo que superan todo miedo aparentemente asumido.

Tras el viaje catártico que supone Manifiesto: Antes de morir, llega Perravieja que es...

La consolidación. Creo que Manifiesto: antes de morir me abrió los ojos. En Perravieja había que seguir desarrollando el mensaje, aunque existía una causa mayor e inesperada que lo impedía, pero, a pesar de todo, en Perravieja aparece una oportunidad aparentemente ínfima de resurgir y continuar luchando, escribiendo, viviendo… Al final te das cuenta; eres quien eres, a todo serás capaz de adaptarte y mientras se siga respirando hay que seguir amando.

SOBRE LA AUTORA

Leonor Antón nace en Cartagena en 1986. Copy/redactora de publicidad y creativa, autora de las novelas Anécdotas de una mujer en obras (2012), ¿Te apetece salir? (2013) y Aquí paren hasta los machos (2016), y de la obra La musa, donde combina poesía, ilustración y relatos, libro ganador del I Premio Círculo Rojo en la categoría Relatos (2015).

Finalista en el VI Día Internacional de la Poesía en Segovia (2015), en Poeta de cabra (2016) y en el I Certamen de poesía Aguas Subterráneas de Madrid (2017). Antologías: VI Día Internacional de la Poesía en Segovia, Pluma, tinta y papel y Poesía erótica de Diversidad literaria (2015), Si nos organizamos leemos todxs, LOBA de Mueve Tu Lengua (2018) y la antología catalana Ets tu, poesia (2019).

Creadora de audiopoemarios online como Cuaderno de verano, A Santa Cuna, La niña Todo y Las gafas del cristal rojo, y de videopoemas como Collage poético y El bosque. En 2016 participa en el Festival Poético Cosmopoética de Córdoba en el apartado de "Acción poética", también en la VI edición del Festival Internacional de Videopoesía (VideoBardo) en Argentina con el videopoema Pangea. En 2017 publica con Kindle para Amazon los poemarios Espantapájaros, La última virgen jurada y Cuaderno de verano. Olvido es el título de su libro publicado en febrero de 2018 con la editorial Mueve tu lengua. #PoemarioOlvido al que le continuó el poemario Hoy meses más tarde. A finales del 2019 publica con Kindle para Amazon el cuaderno de poesía que redacta durante el Camino de Santiago, El idioma de los árboles y una edición limitada del libreto poético Amagüestu. En febrero de 2020 publica una novela corta bajo el título Espíritus, la primera parte de una trilogía basada en su propia historia. En abril de 2020 publica Manifiesto: antes de morir, libro ilustrado por Sandra de la Cruz para la Editorial Olé Libros. 

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