Hollywood se ha coronado a lo largo de los años como la meca del cine a nivel mundial. La mayoría de películas que han marcado una época han sido producidas en alguno de sus estudios. En las noventa y dos ediciones de los premios Oscar, tan solo doce nominadas a la ‘mejor película’ han sido extranjeras. En el año 1988 El Último Emperador se hacía con el galardón y ha sido necesario esperar hasta la edición de este año 2020 para ver a otra película extranjera hacerse con el valorado premio.
Se trata de Parásitos, una obra surcoreana del director Bong Joon Ho que se ha hecho con 4 estatuillas doradas.
Parásitos trata de dos familias de mundos muy diversos que gracias a la picaresca se unen para siempre. La vida de los Kim, la familia protagonista, es una crítica al sistema y el reflejo de la vida de muchas familias en el mundo que viven en la pobreza y que luchan cada día por salir adelante. Esto ha causado que los espectadores se sientan más próximos al thriller de Bong Joon Ho y haya logrado tantos éxitos.
Este es precisamente uno de los beneficios psicológicos del cine además de entretener, que funciona como reflejo y permite hacer catarsis. Expone a los espectadores a sus propios miedos y ayuda a superarlos.
Sin embargo, el sector cinematográfico siempre ha pasado por tesituras que a dia de hoy con las nuevas tecnologías se han empezado a resolver. El 95% de las peliculas mundiales son peliculas independientes que se enfrentan al reto de conseguir captar la atención distribuidoras o agencias de ventas internacionales
Por ello y en busca de la reinvención de la misma surgen nuevas plataformas como Cinesma que, siendo pionera en este ámbito, permite la distribución de cine de forma on line a nivel global. También actúa como nexo de unión entre productores e inversores para seguir impulsando un sector que tanto bien hace a la sociedad.