La Ley de Memoria Histórica prohíbe la presencia en los lugares e instituciones públicas de símbolos de ningún tipo que puedan ser entendidos como una exaltación o un vestigio del franquismo. Nunca es justificable que esta ley sea ignorada y que se toleren cuadros, emblemas o denominaciones con claro signo franquista en los espacios públicos, pero más doloroso aún es cuando esto sucede en un centro educativo.
Como señala María Jesús Fernández Ortiz, portavoz de Podemos-Cieza, "el franquismo supuso la demolición de un sistema educativo creado por la República, que ponía en el centro la libertad y participación, y su sustitución por el nacionalcatolicismo más rancio e intolerante". En nuestra democracia actual, está plenamente asumido que las escuelas e institutos son lugares que encarnan el espíritu democrático y donde "las futuras generaciones se forman para vivir los valores de la igualdad y de la libertad y para evitar que vuelvan a repetirse los errores del pasado".
La Ley 20/2022 de Memoria Democrática en su artículo 35 dice que son elementos contrarios a la memoria democrática, entre otros, las denominaciones de centros públicos que hagan referencia a la sublevación militar, a la Dictadura, o a sus dirigentes o personalidades destacadas, por lo que las autoridades competentes quedan obligadas a adoptar las medidas oportunas para su retirada. "Una obligación que la Consejería de Educación de Murcia ha incumplido en muchas ocasiones, pues muchos nombres y vestigios del franquismo perduran en los centros y en las aulas de nuestra comunidad", en palabras de María Jesús Fernández Ortiz.
Por desgracia, uno de estos referentes franquistas que se mantienen en contra de la ley en nuestra región "lo tenemos en Cieza", como denuncia Podemos-Cieza, "en la denominación del instituto Diego Tortosa".
Tal y como explica la portavoz morada, "la labor de investigación del historiador local Alfredo Marín Cano, biógrafo del presbítero Diego Tortosa y profesor en el centro que lleva su nombre, deja al descubierto más allá de una duda razonable la clara vinculación con el fascismo y sus desmanes durante la República, la guerra y la represión".
Según los datos históricos, "Diego Tortosa fue un religioso que atacó a la II República sin descanso desde su púlpito, que incitó reiteradamente al golpe militar, que apoyó dicho golpe en cuanto se produjo y que participó en represión franquista tras la guerra", por lo que su nombre debe ser desligado de una institución educativa de carácter público como es un instituto, y "cualquier otra cosa sería incumplir la ley".
Desde Podemos-Cieza, en consecuencia, "queremos, por una parte, agradecer la labor encomiable de los historiadores, en particular de Alfredo Marín, y, por otra exigir a las autoridades educativas que tomen cartas en el asunto para que la denominación del instituto ciezano sea cambiada cuanto antes"; y también "pedir al Ayuntamiento que inste a la Comunidad Autónoma, por los cauces oportunos, en este mismo sentido".
