Una misa de difuntos oficiada por el párroco de la iglesia de la Asunción, José Antonio García, precedió este jueves el último acto organizado por la Hermandad de San Bartolomé con motivo de las fiesta patronales de Cieza. El regreso de la sagrada imagen a su ermita congregó a numeroso público a lo largo de todo el recorrido y supuso la despedida del pueblo a su Santo Patrono hasta el año que viene.

El alcalde de Cieza, Tomás Rubio, y el presidente de la Hermandad de San Bartolomé, Cristóbal Herrera, presidieron el cortejo procesional junto a un representante del pregonero de este año, los Coros y Danzas de Cieza, y los mandos de la Policía Local y Guardia Civil. Distintos miembros de la Corporación Municipal, los diputados regionales Miriam Guardiola y Miguel Ortega y un representante de la Junta de hermandades Pasionarias de Cieza también integraron la comitiva que cerraba la Banda Municipal de Música bajo la dirección de Ginés Martínez Morcillo.

Uno de los momentos más esperados del traslado procesional fue la bendición de los campos realizado por el coadjutor de la basílica de la Asunción, Brian Palao. En esta ocasión tuvo lugar en el mirador de la calle Cubido debido a que la imposibilidad de acceder al Balcón del Muro por el itinerario habitual por causa de las obras en la Casa de la Encomienda.