Ecologistas en Acción ha denunciado la reaparición de las quemas antiheladas en la Vega Alta, lo que ha provocado varios episodios (1, 2 y 4 de marzo) de contaminación atmosférica que han afectado, principalmente, al núcleo urbano de Cieza.
El episodio más grave tuvo lugar este pasado sábado 4 de marzo. La quema masiva de combustibles como la parafina y otros, generó una visible nube de humo que se fue desplazando desde las explotaciones agrícolas hacia el valle de Segura, dónde acabó formando una gran boina negra de polución que cubrió el núcleo urbano de Cieza durante varias horas.
Desde la organización ecologista se denuncia la pasividad y permisividad de las autoridades (ayuntamiento de Cieza y Comunidad Autónoma) ante este tipo de prácticas. Y recuerdan que estas quemas no deberían haberse permitido ya que no cuentan con autorización alguna, y tampoco se han realizado ensayos y análisis previos que determinen la ausencia de riesgos para la salud de la población y de los trabajadores por la exposición a los subproductos de la combustión.
La organización ecologista ha criticado también que las autoridades no hayan aplicado ningún protocolo de actuación o información a la población, para que pueda adoptar medidas de prevención y autoprotección ante este tipo de contaminación. Es más, lamentan, que ni tan siquiera se han emitido recomendaciones para aquellas personas que puedan padecer patologías o problemas respiratorios previos, generando una evidente desprotección entre la población más vulnerable a ese tipo de contaminación. Lejos de esto, critican, la actitud de las autoridades sigue siendo la de actuar como si nada ocurriera [1]. Una actitud, explican, incomprensible e irresponsable que pone en riesgo a las personas.
La razón de estas quemas –explican- no es el frío, sino el cultivo de variedades extra-tempranas de fruta de hueso. Estas variedades empiezan a florecer demasiado pronto, cuando todavía el frío es habitual en la comarca. Se trata de una decisión que responde exclusivamente a una estrategia de mercado de los productores de este tipo de fruta. El problema surge cuando para contrarrestar las bajas temperaturas (normales en febrero y marzo), se permite que los productores recurran a la quema masiva de estos combustibles para elevar la temperatura ambiental en las explotaciones agrícolas, lo que genera graves problemas de contaminación en las poblaciones de la comarca.
Sobre las quemas anti-heladas los ecologistas recuerdan que, tanto la Dirección General de Medio Ambiente, como la Dirección General de Salud Pública, han alertado en diversas ocasiones que la quema de estas sustancias químicas tiene una elevada e innegable incidencia en la calidad del aire de las poblaciones cercanas, y que han recomendado su prohibición y sustitución por otros métodos que no impliquen un daño para la salud humana.
Por lo que desde Ecologistas en Acción se lamenta que las autoridades, en lugar de trabajar en la línea de resolver este problema, permitan que se siga poniendo en riesgo a las personas, e incumpliendo las recomendaciones e indicaciones de las autoridades sanitarias regionales.
[1] Sirva como ejemplo que la misma mañana del 4 de marzo, coincidiendo con el episodio de contaminación, el ayuntamiento ha mantenido la celebración de una prueba deportiva al aire libre (la V Color Run Floración de Cieza).