Paco Saorín fue, sobre todo, una buena persona que siempre demostró un exquisito respeto y una encomiable capacidad de diálogo.
Además, hizo gala durante toda su vida de una gran vocación de servicio público desde el ejercicio de distintas funciones desde las que siempre buscó mejorar la vida de los ciezanos y que siempre desarrolló pensando en su pueblo.
Descanse en Paz.