La novela de Antonio Lucas "Buena mar" y la dura vida de los pescadores en el caladero del gran sol ocuparon buena parte de la conversación entre los escritores Antonio Lucas y Miguel Ángel Ortega en la última entrega de 'Hilatura de letras', este viernes, en la Biblioteca Municipal Padre Salmerón, cuyo claustro se llenó hasta la bandera.
El ciclo literario, dentro de la programación de otoño de la Concejalía de Bibliotecas, tuvo el jueves como protagonista al también novelista Jerónimo Tristante.
En el libro desentrañado este viernes en la Padre Salmerón, el narrador de 'Buena mar' se embarca, de la manera más literal posible, en un viaje de trabajo. Lo hace porque es periodista y quiere descubrir cómo viven y faenan esos hombres que pasan su vida en alta mar para que nosotros podamos comer pescado fresco. Esta travesía hacia lo desconocido -nunca ha navegado y apenas conoce del mar más que la playa- es también un viaje hacia su propio interior, pues lo que conoce en tierra firme en realidad parece irse a pique: su trabajo, su pareja, su casa, su vocación, su vida entera. Cómo se vive rodeado de agua, cómo van pasando los días entre los timbrazos que anuncian que la red está llena, cómo se ve el horizonte desde un viaje que no se parece a ninguno, qué esperar del trayecto hacia Gran Sol, uno de los caladeros más complicados del mundo. Con esta experiencia, vivida a través de su propia inocencia, pero también a través de la mirada y la sabiduría que la tripulación poco a poco le va prestando, Antonio Lucas lleva a las manos del lector la épica de un trabajo agotador y tan desconocido como apasionante.