Demasiado a menudo las narraciones populares de Cieza se circunscriben a la infructuosa defensa de la villa por sus habitantes el 6 de abril de 1477. Pero este lugar es mucho más que eso, y más también que la leyenda de la Cueva de los Encantados o que el tesoro oculto de la 'Chinica del Argaz'. Un pasaje puede ilustrar, mejor que cualquier análisis, el tono general de la vida tradicional de los pueblos que sirve de fondo permanente a la historia cambiante y visible. La realidad actual de la ciudad hunde sus raíces en más de 500 años de una historia a menudo turbulenta y trágica, y a la vez llena de aportaciones originales.
La concejal de Biblioteca, María Ramos, ha presentado el primer capítulo de una serie de audiovisuales que bajo el título 'La Cieza de antaño: historias y leyendas' ha sido impulsado por la Biblioteca Municipal Padre Salmerón en el marco de la quinta edición de la Feria Regional del Libro Infantil y Juvenil. Se trata de una iniciativa que, en palabras de la titular de esta área municipal, "no solamente está dirigida para el público infantil y juvenil, sino que también puede consumirse en familia. Hablamos de relatos que contribuyen a conocer nuestro pasado para construir un futuro consolidado".
También ha querido dejar constancia de su agradecimiento a Doble_ele_Studio y a Yolanda Riquelme, guía oficial de turismo, por el trabajo realizado en esta primera entrega titulada 'El crimen de la calle Cartas'. El resultado ya se encuentra disponible en el canal Youtube de la biblioteca municipal. Cieza quedó conmocionada el 25 de enero de 1902 por el asesinato de una mujer y su hijo de corta edad en el número 38 de la entonces llamada calle Presbítero Marco. El autor de las muertes, en el que los periódicos de la época encontraron un filón de ventas, era el hombre-mujer Encarnación Pascual, el cabecilla de una banda de maleantes.
El audiovisual arranca con la siguiente copla que se hizo muy popular en la época: "Entre Maleno y Carreras, y la Encarnación Pascual, mataron a la Piedaíca, sin cuchillo ni puñal. El Maleno la tenía, y Carreras la tiraba, y la Encarnación Pascual al muchacho lo estrellaba". En efecto, la copla resume el trágico desenlace del que fueron víctimas madre e hijo como consecuencia de un robo: ella se encontraría agachada sobre el fuego cocinando y caería sobre las llamas tras ser golpeada, al tiempo que el niño lloraría ante la situación y sería golpeado en la cabeza, presumiblemente con el mismo objeto.
Esta historia dramática tuvo el impacto suficiente para convertirse en leyenda con el paso del tiempo. En palabras de Riquelme, "la prensa tanto local como regional, e incluso nacional, abordó ampliamente el tema y el diario La Verdad llegó a publicar un artículo titulado '¡Encarnación es hombre... pero también mujer!'. Se trata del primer hermafrodita de Murcia, que moriría un año después en la prisión provincial. La presión social obligó a las autoridades a trasladar la celebración del juicio a Cieza, donde Maleno y Carreras fueron condenados a muerte. Un indulto conmutó la pena capital por la cadena perpetua.
