El concejal de Sanidad y Salud Pública del Ayuntamiento de Cieza, Francisco Saorín, incide en que a la hora de seleccionar una mascarilla que proteja contra el coronavirus, elegir de qué material filtrante está compuesta es tan importante como que se ajuste adecuadamente al usuario.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), cuyos resultados han sido publicados en la revista PLoS ONE, han llegado a la conclusión de que cuando una mascarilla de alto rendimiento, como una N95, una KN95 o una FFP2, no se ajusta correctamente a la cara del usuario, no funciona mejor que una de tela básica.

En un comunicado de prensa, el concejal de Sanidad y Salud Pública del Ayuntamiento de Cieza, Francisco Saorín, con relación al uso adecuado de las mascarillas, ha advertido que "a menos que haya un buen sellado entre la mascarilla y la cara del usuario, muchos aerosoles y gotitas se colarán por la parte superior y los laterales, como sabrán muchas personas que usan gafas".

Respecto a cómo ajustar bien una mascarilla quirúrgica, Saorín ha explicado que el estudio aconseja diferentes alternativas. Así, se puede realizar un nudo al inicio de las gomas, estrechando ese pequeño hueco que queda en las mejillas o se pueden utilizar utensilios para que las gomas no hagan daño, pero colocándolas por encima de las orejas para que no queden huecos".

Asimismo, ha incidido en que las FFP2, por su parte, "parece que ajustan mejor que las quirúrgicas", según advierten los expertos. Esta cualidad, junto con el hecho de que tienen un filtrado bidireccional, puede hacerlas más idóneas para ciertos sitios muy concurridos y sin ventilación.

"Tenemos que saber que cada mascarilla es mejor para cada determinado momento. Es decir, si salimos a la calle a dar un paseo, con una higiénica reutilizable es más que suficiente; pero si nos vamos a meter en un lugar cerrado, igual es más apropiado una FFP2 que ajuste bien, tanto para protegernos a nosotros como al resto de la gente".

Por último, aclara que ponerse dos mascarillas solo tiene sentido cuando sirve para mejorar el ajuste de la que va pegada a la cara. En este caso, solo sería recomendable colocar una de tela por encima de la higiénica. "El objetivo es que ajuste mejor, no que filtre más. Cuando ya consigues un 98 % de filtración, añadir una segunda mascarilla no va a mejorar la filtración".

Saorín ha concluido destacando que, precisamente porque la tercera ola de la pandemia está en recesión y esto ha supuesto la apertura de espacios como las terrazas de bares y restaurantes, es muy importante el uso correcto de la mascarilla, medida que hay que acompañar del lavado frecuente de manos y el mantenimiento de la distancia física.