Cualquier acto cultural o artístico realizado entre las paredes del Museo Siyâsa magnifica su significado. Es un imprimátur cultural, una manera de decir: esto importa. Y es que no es sólo la meta de los amantes de la arqueología. Es también destino de las artes, la divulgación y la música. Es un lugar que los vecinos visitan con asiduidad. Tiene lógica que sus salas acojan todo tipo de actividades. La esencia de este edificio es ayudar a que los visitantes que franqueen sus puertas comprendan que el contenido da la identidad a un museo. Si el pasado 18 de mayo se convirtió en el primer espacio en la Región de Murcia en recibir a los primeros visitantes con un encuentro con Álvaro Peña, con ocasión del Día de los Museos, ahora, la institución municipal ha ido un poco más allá. El Siyâsa acaba de inaugurar la primera exposición colectiva de la recién constituida Asociación de Artistas de Cieza.

Creadas en los remansos del bullicio cotidiano durante el confinamiento, las obras de cuarenta y siete artistas se presentan bajo el título 'Confinados', con una estética acorde a estos tiempos de responsabilidad individual y distancia social marcada por la pandemia. Allí, entre paredes de las tres salas del museo, las creaciones de los miembros de esta asociación debutan en una iniciativa que aúna el esfuerzo de artistas, que practican diferentes estilos, que trabajan para conseguir llevar a cabo proyectos sin, por ello, perder su identidad o autoría. Una de las cosas que llaman la atención es precisamente la ausencia de un pintor destacado. Hay, por supuesto, artistas con mayor presencia y continuidad en su trayectoria pública, junto a otros que se han prodigado un poco menos, pero cuando ahora se contempla el conjunto se aprecia la diversidad del arte contemporáneo.

La muestra propiciada por la Concejalía de Museos es un ejemplo de gratitud de la ciudad a la aportación de los artistas que hacen de Cieza un lugar de referencia artística y cultural en la Región de Murcia. Y lo realiza en un equipamiento municipal que nació con una doble vocación. Por una parte, un lugar que tenía que convertirse en un espacio museístico capaz de alentar el conocimiento de la historia de Cieza, de conservar su legado arqueológico y etnográfico. Pero por otra, desde sus inicios en 1998, la dirección del museo fue consciente de que sólo diversificando sus intereses podría llegar a ser un auténtico contenedor cultural en el que convergieran otras disciplinas que pudieran contribuir a mostrar la complejidad de la cultura actual. Y es que su apertura respondió al posicionamiento de una sociedad frente a la cultura.

La nueva asociación cuenta con grandes artistas de cuyas manos nacen brillantes creaciones. Cada uno de sus componentes tiene, al menos, un gran motivo para aparecer en esta exposición: su capacidad para llenar de arte el confinamiento. Se trata de Lisón, Antonio Moreno Marín, Isabel Rodríguez, Aurora Montoya, Ernesto Gil Marí, José Luís Rojas, Antonio Ortega, María Sal, Ana Tudela, Felisa Gómez Santos, Ana Buitrago, Lorena Martínez, Sánchez Dato, Marga Manzano, Pedro Sánchez, Vanessa Rojas Camacho, José Alejandro Verdejo, Buitrago Puche, Mariano Rojas Marín, Ana Guirao Sánchez, Manuel López, José Ato, J. de Patarato, Pascual Lucas Motellón, Ángeles Sáez, Savaz, José Víctor Villalba, Paco Mas, Andrés López, Tete Lucas, María Bernal, José Antonio Hellín, Miriam Martínez Abellán, Pedro Camacho&Superarte S.A., Ana Almela Lucas, Rosa Campos, José Antonio Lucas, Antonia Fernández, Jesús Moreno, Antonio Martínez Villa, Campos, Juan Bautista Fernández, Carlos Jesús Saorín Sánchez, Valeria Martínez, Rafael Torres, Pedro Antonio Marín Penalva y Fernando Puche.

La preinauguración de la muestra tuvo lugar este jueves por la tarde en la terraza de la Biblioteca Municipal Padre Salmerón, y quedaba en el programa la visita que, por cuestiones de distancia social y aforo limitado -esas implacables medidas de seguridad que gobiernan nuestra existencia-, se realizaba en grupos de treinta personas. A toda velocidad, cada grupo permaneció solo diez minutos en las salas con el fin de garantizar la seguridad de los visitantes. Por turnos, la entrada se produjo por la puerta principal del museo, en la calle San Sebastián, mientras que salida se realizaba por la que da acceso a la calle Hontana. A partir del 21 de agosto y hasta el 13 de septiembre, las visitas se organizarán con más flexibilidad de horarios, pero salvaguardando las medidas de seguridad regidas por las autoridades sanitarias debido a la pandemia.

Las concejalas de Museos y Cultura, Conchi Villa y Melba Miñano, respectivamente, compartieron camino de vuelta al museo con la presidenta de la Asociación de Artistas de Cieza, María Joaquina Sánchez, y el comisario de la exposición, Joaquín Salmerón. También les acompañaba el veterano pintor Pedro Avellaneda, nombrado socio de honor de la asociación, y entre bromas y veras, todos acabaron elogiando la muestra 'Confinados'. Es la puesta de largo de una asociación que nace para contribuir a la promoción de las artes plásticas e impulsar la creación artística, aunando las iniciativas necesarias para que se cultiven en libertad y perfeccionamiento permanentes. A los cuarenta y siete protagonistas de esta colectiva les sobraban razones para estar felices. Fue una inauguración de buenas sensaciones, algo que también pudieron experimentar quienes asistieron al acto.