Las políticas neoliberales y de recortes "relegan a la mujer, cada vez más, al ámbito doméstico, con lo que las conductas machistas se asientan socialmente".

De manera casi imperceptible, las conductas y actitudes machistas van recuperando terreno y protagonismo, de un modo cada vez más amplio, en la sociedad actual, y van generalizándose hasta que llegan a ser percibidas como lo "normal" o lo "conveniente" para la sociedad. Esta es, al menos, la opinión del coordinador local de IU-Verdes, quien estima que "existe una conexión muy clara entre los recortes presupuestarios en políticas sociales y la regresión, que empieza a ser perceptible, en materia de igualdad".

Desde los partidos políticos, las instituciones y los estamentos públicos "suele coincidirse, sin excepción, en que la violencia de género es una lacra que debe ser eliminada de nuestra sociedad, pero debemos preguntarnos si realmente se lucha día a día contra ella, y qué elementos y qué actividades desarrollamos para evitarla". Porque la lucha, para Saorín, no debe situarse solamente en el vértice de la pirámide, ocupado por la tragedia de los crímenes de género y por la atención a las mujeres maltratadas, sino que es igual de necesaria una prevención de base, tendente a eliminar todas las actitudes y comportamientos de discriminación que generan un sentimiento, difuso pero generalizado, de que un sexo tiene poder y derecho sobre el otro".

En palabras del dirigente ecosocialista, "días como el que ahora celebramos deben servir, al menos, para remover conciencias y para propugnar análisis que aborden de manera estructural la violencia de género y permitan explicar por qué, a pesar del generalizado rechazo social y político, la violencia de género no sólo continúa como una lacra endémica sino que tiende a aumentar, y por qué aparece inequívocamente vinculada a la desigualdad social".

La discriminación de género "es consecuencia de una sociedad que no expresa en su dinámica la igualdad de las personas, que no tiene asentado un funcionamiento democrático real a todos los niveles, que vuelve a relegar a las mujeres al ámbito de lo domestico y de la vida familiar privada y que continúa poniendo obstáculos para su desarrollo profesional y público".

La reforma laboral, los recortes en la ley de dependencia, la disminución drástica de las becas, el encarecimiento de las guarderías o la eliminación de la ayuda a domicilio "son ejemplo de acciones de gobierno antisociales que no inciden de manera simétrica sobre la población desde la perspectiva de género, que afectan singularmente a las mujeres y las conducen al ostracismo social, minimizan su papel social y aumentan su dependencia de los hombres, dependencia de género que se relaciona muy directamente con los sentimientos de poder y, desde ellos, con el ejercicio de la violencia".

Saorín ha ofrecido los datos sobre las cantidades que destinan los presupuestos regionales proyectados para 2014 a la lucha contra la violencia de género y promoción de la mujer, comparándolos con los realizados en 2012 (último ejercicio económico cerrado del que se conocen los gastos realmente ejecutados) que resultan, en su opinión, "extraordinariamente indicativos". Así, "observamos que en el 2014 se destinarán 534.243 euros menos que en 2012 a los programas de lucha contra la violencia de género, y 213.512 euros menos en los de igualdad y promoción de la mujer, lo que supone reducir el gasto en este concepto a la pírrica cifra de 0,50 euros por habitante".

Para el coordinador de IU-Verdes en Cieza, "con estos datos casi sobran los comentarios, la igualdad de género es, para nuestros gobernantes, un concepto que no pasa del papel, un mero trámite que hay que cumplir para no perder votos y justificar que algo se hace; pero la efectividad de estas políticas tiende a cero, no tiene calado social y no sirve para asentar comportamientos igualitarios y democráticos".