Muchos proyectos de investigación necesitan de la colaboración ciudadana, ya sea porque un grupo de personas está afectada por los problemas que se debe analizar o bien se beneficiará de las soluciones que se podrían proponer. A esta complejidad de actores cada vez más frecuente en la actividad científica, se suma la carrera de obstáculos administrativos, el tortuoso camino para obtener financiación y la presión por conseguir la excelencia científica. Enric Senabre, investigador de la UOC, ha analizado la cocreación como modelo para facilitar el trabajo colectivo en la ciencia.
La tesis Cocreación para la transdisciplinariedad: adopción de diseño participativo y gestión ágil de proyectos en procesos de investigación colaborativa explora métodos para abordar de manera integral problemáticas que implican el diseño de modelos participativos en proyectos científicos. «Se trata de investigaciones que pueden involucrar de académicos de diferentes disciplinas, que pueden trabajar en distintas instituciones, a personas o incluso entidades que no son expertas», apunta Senabre, autor de la tesis e investigador del grupo Digital Commons (DIMMONS), adscrito al Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la UOC.
Investigar la investigación
Senabre ha estudiado la aplicación en proyectos de investigación de una metodología como Agile, que ya utilizan muchas empresas digitales como Apple o Amazon, que consiste en aplicar rapidez y flexibilidad en los procesos y trabajar por pequeñas fases en equipos reducidos para acordar las actuaciones que deben resolverse. «He explorado cómo idear y gestionar diferentes prácticas colaborativas de investigación», apunta Senabre, lo que ha dado pie a cuatro artículos científicos que sustentan su tesis. El trabajo del investigador de la UOC se focaliza en desafíos relacionados con el diseño, la planificación y la gestión de proyectos de investigación. La tesis ha tenido entre sus principales objetivos comprender factores clave para impulsar el diseño participativo de proyectos de investigación, como la comunicación, la visualización, la transparencia, la distribución de tareas, la generación de confianza, el compromiso, la calidad de los resultados o la eficiencia. Según Senabre, la ciencia vive actualmente un «aumento de diversidad y complejidad en su planificación y gestión, especialmente en contextos que son transdisciplinares, es decir, que abarcan diferentes disciplinas y colectivos». Por eso, su análisis ha cubierto «desde las etapas iniciales difusas, y no siempre estructuradas durante el diseño de una investigación, hasta las fases de desarrollo a partir de su planificación», añade.
En la tesis, Senabre ha realizado un análisis cualitativo y cuantitativo de proyectos de su propio grupo, DIMMONS, así como de la Universidad de Barcelona (UB) y del británico Centre for the Evaluation of Complexity Across the Nexus (CECAN). Su investigación propone un conjunto de herramientas prácticas para el diseño, la planificación y la gestión colaborativa de la ciencia transdisciplinar. Según el investigador, la cocreación no solo contribuye a integrar la diversidad y la gestión de la complejidad, sino que ayuda en la toma de decisiones, gracias a técnicas de visualización que pueden facilitar dinámicas de comunicación y mecanismos que permiten ser resolutivos en momentos de discusión. Senabre señala que la cocreación mejora la transparencia en el trabajo, contribuye al compromiso y a la creación de confianza. Entre otros aspectos, el investigador ha contemplado técnicas como el denominado pensamiento de diseño —design thinking, en su término original—, el conocimiento y el aprendizaje organizativo, la participación pública en investigación o el estudio de la ciencia en equipo —en origen, science of team science. Para muestra, uno de los proyectos científicos en los que se aplicó la metodología y análisis propuestos por Senabre fue STEMForYouth, una investigación europea, financiada por el programa marco Horizon 2020 en la que participa la UB, para fomentar las carreras de ciencia y tecnología entre la juventud, donde se organizaron experiencias de cocreación con grupos de un centenar de estudiantes de Barcelona.
La propuesta de Enric Senabre aspira a ser una ayuda para enfrentar la complejidad de la actividad científica, que va más allá de la academia o del laboratorio, ya que debe convivir con el no siempre fácil «equilibrio entre tareas administrativas, ritmo acelerado y la presión derivada de la competencia por la financiación y la excelencia en investigación entre instituciones científicas», opina el investigador. Así, la aportación de Senabre a través de su tesis, y especialmente los materiales de trabajo derivados, son de uso libre por cualquier persona o entidad interesada.