Las Fiestas de San Sebastián han llegado a su fin, con la recuperación de tradiciones perdidas como la subida de las antorchas desde las ruinas de la ermita o el nombramiento del mayordomo, que este año ha recaído en la figura de Rafael Lorencio.
Como viene siendo habitual, la gastronomía no ha faltado a su cita en estos festejos, en los que se han podido degustar empedraos, arroces, migas y cochinillos, entre otros manjares.
Tampoco ha faltado la música, con la celebración de la quinta edición del Encuentro de Cuadrillas de San Sebastián, que este año ha contado con la participación de los animeros del Campillo, de Caravaca y de Aguaderas.
También se han repartido las típicas ‘Flechas del Santo’, elaboradas por Confitería Motolite; se han celebrado romerías y misas, la prendida de los diferentes castillos, los pasacalles, la salida hacia el monte a por leña, etcétera.
Así finalizan estos festejos, que, en su origen, tuvieron siempre como elemento principal el fuego purificador, con el que se pretendía quemar las cosas negativas, además de pedirle al Santo que librase a Cehegín de los vientos huracanados que lo azotaron antaño.