Murcia, 16 dic (EFE).- El torero Pepín Liria se puso delante de una becerra en una ganadería de Quito (Ecuador) "a petición de un hijo de Espartaco, y aunque hecho de menos estar en los ruedos, mi decisión de retirarme es definitiva".

Liria, que el pasado viernes recogió el Premio al Triunfador de la Feria de Septiembre de Murcia dijo a EFE que "dio unos capotazos a la becerra porque un hijo de mi amigo Espartaco me lo pidió, y yo, por hacer feliz a un niño, hago lo que sea".

El torero de Cehegín añadió que Juanito, el retoño de Juan Antonio Ruiz, le hizo esta petición porque al día siguiente cumplía seis años "y a un pequeño no se le puede decir que no a un ruego de este tipo".

Liria comentó también que "ahora es cuando estoy tomando conciencia de que esto se ha acabado y sé que lo voy a echar de menos, pero se trata de una decisión plenamente seguro de lo que hacía".

El espada murciano ha estado en las últimas semanas en varias plazas americanas acompañando a David Fandila "El Fandi" y José María Manzanares, y asegura que "he sentido una envidia sana al verlos torear y disfrutar de lo que ha sido mi vida".

"Lo único que pido a Dios, comentó Liria, es que me dé fuerzas para afrontar con dignidad lo que la vida me tenga reservado en el futuro fuera del toro, porque dentro sería difícil repetir las cosas que he hecho en todos estos años".

Pepín Liria dijo adiós a los ruedos en la corrida celebrada el 12 de octubre en la plaza de toros de Murcia, en la que lidió siete astados de distintas ganaderías. EFE