Cartagena se ha convertido en municipio amigo de la tala de árboles. Hemos podido conocer que mañana, martes 19 de noviembre, se llevará a cabo la tala de los eucaliptos que se encuentran en la carretera de la Algameca, lo que supone "un nuevo ataque a la cubierta vegetal del municipio que se suma a otros perpetrados anteriormente por el gobierno de Noelia Arroyo", asegura el portavoz de MC, Jesús Giménez Gallo.
"Desde que Arroyo es alcaldesa se han perdido centenares de árboles en el entorno urbano", explica, y lo más preocupante, dice Giménez Gallo, "es que el Gobierno local no cuente con un plan de reforestación de todos estos ejemplares y plantación de nuevos". Nos hemos acostumbrado a ver nuestros montes sin árboles, pero eso no siempre fue así ni podemos permitir que siga siéndolo, por ello debemos hacer este ejercicio de responsabilidad, sobre todo para las generaciones futuras.
Debemos recordar que en el Pleno celebrado a principios del pasado mes de septiembre, la Corporación municipal tuvo a bien aprobar una iniciativa en la que MC reclamaba la convocatoria urgente de la Mesa de la Reforestación para poner en marcha un plan de recuperación de la cubierta vegetal del municipio, "tanto en el entorno urbano como en nuestros montes", apunta.
Esta cuestión no parece ser una prioridad para Arroyo, que el único lugar donde deja crecer los árboles es en la propia Muralla del Mar debido a su falta de mantenimiento.
Impacto del cambio climático
Giménez Gallo pone el foco en que "los árboles del Ensanche o los de la calle Muralla del Mar ya han sido víctimas de la política arboricida de Arroyo, al igual que las palmeras de Héroes de Cavite; todo ello sin olvidar la dejadez que sufre el Parque de los Exploradores, pese a ser el gran pulmón verde del municipio o que no se planta un árbol en el Parque Rambla".
Hablan de prevenir y reducir el impacto del cambio climático, pero emprenden acciones que lo que provocan es que sintamos sus consecuencias con mayor incidencia cada día, especialmente en los meses con temperaturas más altas, "por lo que es imprescindible actuar lo antes posible para que Cartagena deje de ser un municipio amigo de la tala como sucede con Arroyo, y comience a ofrecer sombras, salud y futuro", finaliza.