Con la burocracia hemos topado. El Partido Cantonal denuncia que el Ayuntamiento de Cartagena da la espalda al Casino en la restauración de su edificio modernista. El Presupuesto municipal del año próximo carece de partida alguna para la rehabilitación del histórico inmueble. El PCAN ha preguntado por esta circunstancia al presidente de la institución recreativa, Joaquín Ortega, que ha lamentado con tristeza esta circunstancia. De hecho, Ortega hace unos meses tenía buenas perspectivas sobre una ayuda consistorial para el inicio de la recuperación después de encuentros y conversaciones en ese sentido con diferentes componentes del equipo de gobierno local. Pero estos presagios positivos han terminado en una negativa rotunda en el negro sobre blanco de las cuentas municipales de 2025.
La tarea para el Ayuntamiento tampoco era de gran dificultad. Ya que, ha diferencia de su práctica habitual, en esta ocasión no precisaba del comienzo de estudios, planes y concursos de ideas que duran años y años, a veces lustros y buena parte de las ocasiones termina en la nada más absoluta. Al revés. El Casino de Cartagena tiene en sus manos un completo proyecto arquitectónico desde hace año y medio que ha elaborado el arquitecto cartagenero, José Antonio Rodríguez Martín, especialista en la restauración de construcciones antiguas, y que ha pagado gracias a una subvención de 84.700 euros de la Consejería de Turismo y Cultura.
La reforma integral del inmueble planteada por el estudio JARM Arquitectura cuesta 2,5 millones de euros pero dividida de forma estratégica en veintidós fases de entre 100.000 y 200.000 euros que hagan más llevadera la asunción de tan alto gasto. La intención de la junta directiva del Casino, y en esa línea trabajaba durante los últimos meses, era que el Ayuntamiento se hiciera cargo de un tanto por ciento relevante del coste de la primera fase valorada precisamente en cerca de 200.000 euros. Este inicio de la intervención tendría lugar en la antigua sala de billar de la planta baja e incluiría la restauración de los artesanados del techo, en la actualidad ocultos por una lona por su mal estado desde que colapsara la cubierta superior por un fuerte episodio de lluvias en 2000, y la recuperación del zócalo de madera y el pavimento de mármol, a semejanza de la imagen que ofrecía la estancia en su origen. El colofón sería la renovación de la instalación eléctrica con una buena iluminación.
Las fases siguientes buscan lamejora de la accesibilidad, con la ubicación de un ascensor y unas escaleras por la entrada de la calle Bodegones,y la restauración de estafachada trasera, en peor estado que la delantera. La actuación de rehabilitación en el edificio del siglo XVIII, reformado en el estilo modernista por Víctor Beltrí en 1897, plantea además laconstrucción de una terraza con pérgolas en la parte superior como una prolongación del servicio de restauración de la planta baja. También prevé la eliminación de la zona de secretaría para su incorporación a la sala de la chimenea y desde la misma que haya acceso al patio central como en la época inicial del inmueble entre otros trabajos con la intención última de que la edificación recobre el aspecto que tenía cuando bullían por sus salones los miembros más importantes de la sociedad civil y militar cartagenera.