La Agencia de Desarrollo Local y Empleo de Cartagena finaliza el programa mixto de formación y empleo ‘ADLE-Teatro Romano’, dirigido a cuarenta personas desempleadas de más de 25 años, todas ellas son parados de larga duración. El objetivo de esta iniciativa es que sea una puerta de entrada al mercado laboral.
La concejal de Educación, Irene Ruiz, ha participado este jueves, 10 de febrero, en el acto de entrega de los diplomas a los participantes, acompañada de la directora general del Servicio de Empleo y Formación de la Región de Murcia, Marisa López Aragón; la gerente de la ADLE, María Ángeles Rodríguez, la directora del Teatro Romano, Elena Ruiz Valderas, así como los profesores de la formación.
La edil ha destacado la importancia de este tipo de acciones formativas dentro del municipio y ha resaltado las características de la misma, ya que, como ha explicado, “se han puesto en marcha tres certificados de profesionalidad en las especialidades de limpieza de superficies, albañilería y restauración”.
El Teatro Romano de Cartagena, así como el Museo y sus instalaciones has sido los enclaves en los que los alumnos han realizado las prácticas de estos cursos, lo que constituye, como ha señalado Ruiz, otro paso más del objetivo de la ADLE de “elegir siempre entornos que tengan un interés público y social” dentro del municipio.
Esta iniciativa ha sido cofinanciada por el Servicio Regional de Empleo y Formación de la Comunidad y la Agencia de Desarrollo Local y Empleo del Ayuntamiento, con una inversión de más de 669.000 euros.
Durante los nueve meses que ha durado el programa, los alumnos han asistido a clases teóricas, aunque la mayoría de la formación ha sido práctica. “No se han limitado a hacer labores rutinarias de jardinería o albañilería, han hecho una reproducción de un jardín romano o la restauración de la gradería del Teatro, entre otras tareas”, ha subrayado la directora general del SEF, quien ha señalado el “caracter innovador” del programa formativo.
UNA APUESTA POR LA INSERCCIÓN LABORAL
El carácter práctico de la formación ha servido para que los alumnos puedan especializarse y adquirir técnicas concretas que les valgan para su experiencia profesional:“Tenemos una mayor expectativa laboral, ya que, entre otras cosas, hemos aprendido cómo limpiar los materiales que componen la superficie del Teatro Romano”, asegura Alexander Quintero, alumno del curso de limpieza y restauración.
Además, se ha apostado por la sostenibilidad, ya que el jardín romano creado por los participantes cuenta con materiales reutilizados de la zona y “plantas que se conocen desde hace más de tres mil años, como el granado, el laurel o el acanto”, señala Ana Navarro, alumna del programa formativo.
