Pacificar el tráfico y evitar colapsos, reducir la emisión de gases contaminantes, mejorar la calidad de vida, proporcionar actividades deportivas y recreativas y ahorrar en los desplazamientos son las ventajas que supondría la implantación de un servicio público de préstamo de bicicletas en La Manga, como propone la alumna de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Tamara Hernández Pagán en su Trabajo Final de Grado (TFG) en Administración y Dirección de Empresas (ADE).
La estudiante ha realizado una encuesta online a un centenar de residentes permanentes y estivales y visitantes ocasionales para conocer su opinión sobre el proyecto y un 77% se mostró a favor de la implantación de este sistema. El resto de la muestra se opuso considerándolo peligroso (un 18%), o por considerar que las condiciones son malas (2%) o por que ya tiene bicicleta (2%.)
El alto grado de apoyo a la propuesta destaca especialmente teniendo en cuenta que el 40% de los encuestados lleva más de un año sin utilizar una bicicleta, lo que permite aventurar que muchos comenzarían a pedalear si se implanta el servicio. La alumna destaca en su trabajo, que ha dirigido Fernando López, que la red de carriles bici de La Manga aporta seguridad a los usuarios de estos vehículos. Los encuestados muestran también su preferencia por abonos anuales para alquilar las bicicletas.
Tamara Hernández, que es usuaria del servicio público de bicicletas de Lisboa, donde trabaja para Bosch desde antes de terminar la carrera, descubrió las ventajas de estos sistemas durante sus estancias Erasmus en Polonia. “Allí se utiliza muchísimo y hace ya años que pensé en que funcionaría muy bien en el entorno del Mar Menor, donde no hay ningún desnivel”, explica la alumna.
“Cuando veraneaba en Playa Honda solía moverme en bicicleta, hasta que me la robaron”, recuerda la estudiante, que puntualiza en su trabajo que los primeros servicios de préstamo de bicicletas que se implantaron en el mundo también sufrieron problemas de vandalismo como el que afronta hoy día el de Murcia. Pese a ello, 56 municipios españoles cuentan actualmente con sistemas públicos de bicicleta y su expansión es cada vez mayor en todo el mundo. “En toda ciudad moderna debería ser obligatorio la integración de infraestructuras que den cobertura al uso de un sistema de bicicleta público”, afirma la ya egresada de la Facultad de Ciencias de la Empresa.
“Tras el robo opté por comprar una bicicleta plegable, para guardarla en casa, pero sólo tenemos una y con un sistema público podríamos disfrutar toda la familia saliendo a pasear por La Manga, una ruta que me encanta”, concluye la graduada en Administración y Dirección de Empresas.
