A partir del año que viene serán los directores los que tengan la última palabra en prácticamente todos los aspectos de la vida de los centros.
Ayer tuvo lugar la preceptiva mesa sectorial de educación donde se debía tratar la orden de inicio de curso 2014/2015. El propósito de esta orden es el de regular, en un solo texto, la mayor cantidad posible de aspectos de la vida de los centros educativos.
La mayor parte del articulado es un simple corta y pega de otros años, consolidando por tanto los recortes que en la Educación Pública Regional perpetraron a la limón el ejecutivo central y el de nuestra región, y que, entre otras cosas, mandó a la calle a más de tres mil docentes.
En cuanto a las novedades de este año encontramos la supresión de una hora de tutoría en educación primaria, con la lógica merma en la atención a unos alumnos que están en una edad crítica, a lo que además se añaden los despidos que, con total seguridad, esta medida provocará.
La Federación de Enseñanza de CCOO denuncia igualmente que en el transcurso de la reunión, fuera del orden del día, se proporcionó una información que modifica la jornada laboral de los docentes, añadiendo 3 días más de clase sin someterlo a la preceptiva negociación con los legítimos representantes de los trabajadores
Pero no acaban aquí las maldades de esta orden, ya que además de sedimentar agresiones ya consumadas contra los docentes, y añadir la que antes mencionábamos, liquida cualquier atisbo de democracia en los centros.
A partir del próximo año será el director o directora quien únicamente decida sobre asuntos como el horario del centro o el horario particular de cada profesor. Además asume competencias que hasta ahora eran del Consejo Escolar, eludiendo la opinión de las familias en la gestión de los centros.
La Federación de Enseñanza de CCOO ha dicho no a esta orden, y lo hemos hecho porque no firmamos recortes que atentan contra la escuela pública y su dignidad. Porque no podemos tolerar más despidos de docentes y agresiones a sus condiciones de trabajo. Porque la democracia y la participación en la vida de los centros no es un mero ornamento sino un contrapoder necesario que vigile y paralice posibles excesos. Y porque no vamos a apoyar cualquier tipo de legislación que desarrolle una Ley Orgánica como La LOMCE que supone el mayor atentado contra la Educación que se ha perpetrado en nuestro país en los últimos años.