Belén Palanco
Cartagena (España), 8 jul (EFE).- "Éramos como hermanos" dijo hoy, en entrevista con Efe, la galerista española Juana de Aizpuru del pintor español Luis Claramunt tras inaugurar la exposición "Marruecos" que reúne cuadros inéditos del artista en el Palacio Molina, centro de Cartagena, dentro del Festival La Mar de Músicas.
De Aizpuru recordó a Luis Claramunt, que murió a los 47 años de un cáncer en 2000, mientras recorría la sala en la que se han instalado 24 lienzos que fueron pintados "entre 1987 y 1988" y que permanecerá abierta al público hasta el próximo 31 de agosto.
La Mar de Músicas que este año tiene como invitado de honor a Marruecos apostó por esta serie de la obra de Claramunt para aportar la mirada plástica de uno de los artistas más relevantes del panorama español de finales del siglo pasado y cómo reflejó e intuyó con su pincelada ese país y en concreto la ciudad de Marraquech.
Para ello, Juana de Aizpuru acudió a la inauguración para presentar al que fuera uno de los artistas de su galería y un amigo de quien declaró que fue un artista "clásico bohemio, pero sin pose"; en definitiva, una persona "increíble".
Su característica principal, en palabras De Aizpuru, "era su deseo de libertad; quería ser como un pájaro" y para ello el pintor "no tenía ninguna posesión". De ahí que cuando murió su legado fuese "su obra".
Luis Claramunt (Barcelona, 1951-Zarauz, 2000) desde que abandonara sus estudios de Filosofía y Letras en Barcelona comenzó a vivir con los marginados de la Plaza Real, centro de la ciudad condal, y la actual muestra es una declaración abierta de su interés por retratar situaciones protagonizadas por los más pobres.
"Marruecos" es fruto de varios viajes que el artista realizó a ese país con rollos de lienzo desde Sevilla (sur de España), ciudad en la que entabló amistad con Juana de Aizpuru, y los artistas alemanes Martin Kippenberger y Albert Oehlen.
La temática de esa exposición es "lo que ocurre en las calles", recalcó De Aizpuru. Para el artista "lo que más le seducía eran los lisiados, los mendigos, los perros famélicos, la gente marginada".
Claramunt "era un automarginado" en el que "su apariencia era una y su forma de ser era otra: sensible, delicado, galante, cultísimo y muy cultivado", según la galerista.
El artista plasmó las escenas con brochazos rápidos y "poca materia" (pintura) de tonos ocres en los que trasladó la "luz cálida, que es de Marruecos, el sol cegador, el desierto" a esas telas en las que se ven personajes de la calle que "están vibrando".
Los lienzos de Claramunt "son como un tesoro" para ella, confesó la galerista mientras le brillan los ojos en cada uno de los cuadros por los que rastrea su mirada durante el recorrido que hizo a la exposición.
Conoce cada lienzo de "Marruecos" de memoria. Esta marchante organizó en 2002 una muestra de esta serie que titulase también "Marruecos". Pero la diferencia con la actual, que ha sido comisariada por el español Nacho Ruiz, es que exhiben algunas telas que por primera vez ven la luz.
Una curiosidad de este artista que siempre pintaba "sin bastidor" es cómo firmaba sus telas: con su apellido -Claramunt- y, según reveló De Aizpuru", y con tres cifras que corresponden al "año y el trimestre" en el que los pintó.
De ahí que, por ejemplo, "El encantador de serpientes" en la tela indica "486", es decir, que fue pintado en el cuarto trimestre de 1986, o el conocido "Figura sentada y mujer de la redoma" con el número "487" que quiere decir que data también del cuarto trimestre pero de 1987. EFE