Cartagena, 23 ene (EFE).- Agentes de la policía local y la policía nacional han impedido hoy que los 240 trabajadores de la empresa cartagenera Zinsa se encerrasen hoy en edificios municipales como el Palacio Consistorial, el edificio administrativo del ayuntamiento y el pabellón Central.

Los trabajadores salieron de la sede de CCOO en la Alameda de San Antón poco después de mediodía y decidieron dirigirse con mochilas y ropa cómoda al Palacio Consistorial donde pretendían iniciar un encierro de carácter indefinido.

Algunos empleados de Zinsa intercambiaron impresiones, con varios agentes de la policía local que custodiaban la puerta del edificio y les pidieron, sin éxito, que les dejasen pasar.

La tensión fue creciendo y tras una sentada en las escaleras del Palacio Consistorial decidieron ir caminando en manifestación hasta el edificio administrativo del ayuntamiento de Cartagena.

Algunos trabajadores fueron volcando contenedores de basura y de envases de cristal en el recorrido hasta el edificio municipal que se encontraron también cerrado y fuertemente custodiado por la policía local y la policía nacional.

La plantilla volvió a sentarse en la escalera de este edificio municipal de la calle Sor Francisca Armendariz y tras cambiar impresiones, a través de las rejas de la puerta con el concejal del PSOE Pedro Trujillo, decidieron continuar el recorrido cortando el tráfico en el paseo de Alfonso XIII.

Además, cortaron la avenida Reina Victoria y la calle Ribera de San Javier hasta el pabellón Central donde tampoco pudieron entrar porque la policía local llegó primero y cerró los accesos.

Ante la imposibilidad de realizar el encierro acordado en asamblea los trabajadores decidieron continuar con la manifestación por la calle Trafalgar y la Alameda de San Antón hasta la sede de CCOO donde decidieron dar por terminada la protesta hasta el próximo lunes.

El presidente del comité de empresa Juan Paredes pidió disculpas a los cartageneros por el caos de tráfico ocasionado y por el hecho de que algunos trabajadores decidiesen ir volcando los contenedores de la basura.

Paredes dijo que el comité de empresa no puede parar a unos trabajadores en situación límite y muy preocupados por su incierto futuro laboral, recordó que muchos de ellos ya no tienen dinero para poder dar de comer a sus familias y afirmó que seguirán luchando para intentar que salga adelante el proyecto industrial de Los Camachos. EFE