Si de algo no se puede acusar a la oposición caravaqueña es de deshonesta. En la mañana del pasado lunes, y en la Junta de portavoces extraordinaria convocada al efecto, los portavoces de la oposición habíamos avisado al Sr. Aranda, que si no dimitía procederíamos a abandonar el Salón de Plenos.
Por la tarde, y tras una concentración vecinal de repulsa en la puerta del Ayuntamiento, a las 20.00 horas, tal y como estaba previsto comenzó el Pleno. Una vez hubo comenzado el mismo, el Alcalde de Caravaca tomó la palabra para manifestar que no pensaba dimitir, los portavoces después de escuchar atentamente sus argumentos, le dimos la réplica, y llegado este momento, nos levantamos y nos marchamos, como ya habíamos avisado. Poco o nada nos quedaba por hacer allí, no habíamos ido a debatir, solo a escuchar una palabra, que nunca salió de los labios del lamentablemente imputado Alcalde, DIMISIÓN. Los hechos eran tan graves, que no admitían debate, debate que por otro lado ya tuvo lugar hace un año, cuando el 11 de junio de 2.013, más de 50 Guardias Civiles de la UCO, "tomaron" el Ayuntamiento de Caravaca, la cuestión ya estaba suficientemente debatida en sede Plenaria, el tema ahora había pasado a un nuevo escenario, el judicial, ocho de los once ediles del equipo de Gobierno actual, más la práctica totalidad de los miembros de los gobiernos de la anterior corporación, e incluso la totalidad de los miembros de la anterior a la anterior, habían sido imputados, extendiéndose la imputación, incluso a actuales altos cargos de la administración regional, que en su día, y por esto están imputados, fueron ediles del Ayuntamiento de Caravaca, cargos estos últimos, que a la sazón, habían presentado su inmediata dimisión nada más conocer el Auto del Juez.
Nada ya había que debatir, reitero, la cuestión ahora está en manos del Juez, el cual, tras un minucioso trabajo de investigación, con la colaboración de la UCO y de la Fiscalía, ha redactado un demoledor auto de 69 folios donde desgrana minuciosa y pormenorizadamente los hechos.
A partir de ahora, los encartados tendrán que declarar en los Juzgados de Murcia. Allí es donde se debe ventilar esta cuestión; pero cuando hagan el paseíllo hacía la "rampa de la vergüenza" de acceso a los Juzgados, esperamos y deseamos que nos eviten el bochorno de seguir siendo regidores del Ayuntamiento de Caravaca. Que abandonen sus cargos, y de acuerdo con sus letrados encaminen sus pasos hacia la defensa que más y mejor les convenga. Pero, por favor, que sea ya fuera del Ayuntamiento, ni es honesto, ni es justo para la ciudadanía de Caravaca hacerles volver a pasar por esto.
Sr. Aranda, usted dijo en el pleno que se quedaba por responsabilidad, precisamente es por esa misma responsabilidad, la suya, por la que no le queda otro camino que dimitir.
