No tengo que recordaos los desagradables acontecimientos acaecidos en el último Pleno. Pero si haré hincapié, en que es precisamente el PP, el que tiene por costumbre llamar a sus afiliados y simpatizantes para que acudan a los Plenos. Estas "llamadas", se suelen dar con cierta frecuencia, sin ir más lejos, cada vez que desde el equipo de Gobierno se considera que un Pleno es "difícil" para ellos, o que se les van a pedir explicaciones, incluso dimisiones. De esta forma, tocan arrebato, y convocan a sus huestes para que los arropen, los aplaudan, los agasajen, o llegado el caso, como el que suscribe ha sufrido en sus propias carnes, abucheen, increpen, o falten al respeto a los concejales de la oposición, (véase el Pleno de la UTE). Por cierto, en aquella ocasión, no observé que el Sr. Vilches llamará filoterroristas, ni abandonara la Sala cuando yo era increpado…., sin contar con otros comportamientos y actitudes que por educación y decoro, este concejal obvió y enterró, en aras de un bien superior, Caravaca y sus vecinos.
Al parecer, después de volver al Pleno, comparó a los vecinos de Caravaca asistentes al Salón con filoterroristas, a las manifestaciones recogidas en la prensa local me remito: "si mis compañeros en el País Vasco se han tenido que sobreponer al acoso de los filoterroristas, yo tendré que sobreponerme también a esta situación".
A día de la fecha, el portavoz del Gobierno, después del bochornoso ridículo que hizo en el citado Pleno, -una mala tarde la tiene cualquiera-, aún no ha rectificado; podía, tiempo ha tenido, haber pedido disculpas. Pero, bien al contrario, a posteriori, en frío, sin la excusa del fragor y la calentura de la "batalla", ha perpetrado dos intervenciones más quedesafortunadas, hilarantes.
En la primera de ellas, nos acusa a los miembros de la oposición de habernos puesto de acuerdo, en una especie de contubernio para llenar el Salón de Plenos, de agitadores, de personas sin escrúpulos que acudieron a nuestra llamada, al sólo objeto de cortar sus intervenciones, y cito literalmente: "Llegó un momento en que la presión y las interrupciones eran continuadas y el debate democrático se hizo imposible, por lo que me vi obligado a ausentarme durante un instante, algo de lo que no me siento orgulloso pero somos personas y no podía aguantar más". "Al regresar, pedí disculpas por lo sucedido y únicamente reflexioné en voz alta que si mis compañeros del País Vasco habían aguantado durante años agresiones físicas y morales, cómo no iba yo a aguantar que dos o tres exaltados, que todos conocemos, me insultaran".
Sólo estas manifestaciones en el Plenario, y su peor posterior ratificación, vertidas en un Ayuntamiento serio, y con un alcalde que gobierne, -el nuestro por desgracia, ni está ni se le espera-, habrían provocado la destitución inmediata del responsable.
Huelga decir, que ni me confabulé con nadie, ni instigué, alenté o arengué a nadie a subir al Pleno, y menos aún recomendé, patrociné o sugerí a ningún vecino para que abucheara, o increpara ni al portavoz, ni a ningún otro miembro de Gobierno u oposición. Y más aún, cuando desde el lunes me encontraba enfermo en la cama; menuda chapuza de instigador ¿no les parece?
Reitero, los únicos, que han convocado a los suyos, en más de una ocasión para subir al Salón de Plenos, han sido l@ssenor@s del PP. "Cree el ladrón.....".
Pero no se debió quedar muy contento con esa primera intervención, cuando al par de días volvió a comparecer, ¡para pedir disculpas!, dirán ustedes, pues no, a lo que se ve había decidido continuar con su "semana horribilis", y como sumido en una orgía de despropósitos, se había propuesto hacer que la bola de nieve se convirtiera en una montaña, y a fe que lo ha conseguido, ¿pero es que nadie le ha contado a este Sr. que rectificar es de sabios?
En esta segunda intervención manifiestó que: "en el Pleno del otro día, cuando tomé ejemplo de mis compañeros en el País Vasco para sobreponerme a la conducta fascista de unos pocos que, emboscados entre un público mayoritariamente respetuoso, pretendían privarme del derecho a la palabra, privando también a mis votantes del derecho a la representación política. Aducir que se trataba de ciudadanos que expresaban legítimamente su descontento, es cosa que sólo puede hacer alguien cuya bajeza moral sea directamente proporcional a su ignorancia.
¿Ciudadanos indignados? No, alborotadores convocados por políticos ineptos que, incapaces de meterle dialécticamente un gol ni al arco iris, intentan impedir que me exprese con libertad. Y para ello se valen de los de siempre, abusando de los amplios espacios de tolerancia que el alcalde, por temperamento y por convicción, siempre ha dejado a disposición del público. No, no he comparado a nadie con nada, pero si no quieres sentirte comparado con un batasuno, lo mejor que puedes hacer es no comportarte como tal".
No podrá decir el Sr. portavoz que se tergiversan sus palabras, pues me he tomado la molestia de transcribir de modo literal, tanto el artículo de Soy de Caravaca, justo en el momento en que se describían los hechos ocurridos, como sus dos intervenciones.
En cualquier caso, y dejando a un lado al Sr. portavoz, y sus desafortunadísimas manifestaciones, incluso su sostenellay no enmendalla, el problema de fondo excede de las actitudes de este señor.
El Ayuntamiento de Caravaca ha dejado de ser la casa de todos los caravaqueños, para convertirse en muchos casos, en la casa en contra de los caravaqueños, Nuestro alcalde es persona absolutamente responsable de todas las calamidades políticas de nuestro pueblo, sin ninguna duda, el peor gestor de la democracia caravaqueña, algunas veces por acción y la mayoría de ellas por omisión. Pero al César lo que es del César, le ha funcionado la inteligentísima táctica de poner por delante siempre un malo de la película, uno que diera la cara para que se la partieran, y que fuera el objeto de todas las iras, (no digo yo que en la mayoría de los casos no fuera con razón, pero con la supervisión, complicidad y amparo del alcalde), este, el Sr. Aranda ha permanecido indemne, bajo la lapidaria frase acuñada por los confiados caravaqueños de bien de que, "Domingo era muy bueno, los malos son los que lo rodean". Fíjense si le ha salido bien la jugada, que han ido pasando malos por el Ayuntamiento, y el único que sigue perenne es él. Se ha ido puliendo malo tras malo, hasta llegar al actual, la realidad dicta que en la actualidad el malo oficial es el Sr. Vilches, y el pueblo brama contra él, mientras el alcalde, que es el máximo responsable, el brazo ejecutor, el autor intelectual de todo lo que se está pergeñando, vuelve a salir indemne. Mal gestor y mal alcalde como él solo, ¿pero es o no inteligente la táctica?, se le reconoce el mérito.
Llegados a este punto, no podemos obviar, que los representantes caravaqueños, estamos muy alejados de las preocupaciones de nuestros vecinos, los que nos gobiernan están a años luz, parece que no vivieran en nuestro pueblo (al algunos de hecho ni se les ve), pero desde la oposición, guiados por este puñetero electoralismo que imbrica cualquier acto, cualquier moción, cualquier pregunta, no estamos (yo el primero), sabiendo dar respuestas a las necesidades de sus vecinos.
Tenemos que ser conscientes de que las cosas han cambiado, "la crisis" en la que entre unos y otros nos han metido, se está llevando por delante a familias enteras: por mi trabajo, desgraciadamente, lo palpo todos los días, y los bonitos discursos que damos desde nuestras tribunas, ya, se quedan cortos.
En el penúltimo Pleno, sin ir más lejos, dos grupos políticos no fueron capaces de ponerse de acuerdo para consensuar el texto de una moción (en contra de la ley de demarcación y planta judicial, la cual pretende llevarse los juzgados a la capital), moción, que en lo fundamental, todos estábamos de acuerdo, y deseando votarla a favor. Pero reitero, no lo pudimos hacer, pues no fueron capaces de consensuar un texto; y no acabó aquí la cosa, porque a renglón seguido, después de que el equipo de Gobierno votara en contra dos mociones presentadas por el partido socialista, como eran ayudas para libros, y becas para nuestros universitarios que se tienen que volver de Murcia por no poder sus familias hacer frente a los gastos, -mociones que por cierto fueron apoyadas unánimemente por toda la oposición-, dichas mociones fueron votadas en contra por el PP, por el tan manido argumento de la crisis,y respondiendo que no "hay dinero", para acto seguido, y sin solución de continuidad, proponernos desde las filas del Gobierno, un hermanamiento con una ciudad del Perú, por aquello de llevar los caballos del vino a esas tierras. En este sentido, se les llamó la atención por mi parte sobre el desatino, y lo poco o nada oportuno del asunto, y más a más, después de haber votado en contra las citadas dos mociones sociales.
O como nuestras mociones de ayudas a pensionistas y parados de larga duración, pequeño y mediano comercio, zona azul, bajada de IBI e impuestos municipales, revisión a la baja de tarifas de agua potable, ayudas a comedores escolares……., todas acaban siendo rechazadas sistemáticamente, ya nos conocemos el argumento, "no hay dinero".
Pero sin embargo, no se tocan los sueldos del personal liberado del Ayuntamiento, ni de los altos cargos municipales o de sociedades vinculadas al Ayuntamiento (no me refiero a los de los funcionarios de a pie, los pobres también son partícipes de los recortes). Tampoco se aprobó nuestra propuesta de restringir o eliminar dietas y gastos de protocolo y representación de los concejales del equipo de Gobierno y personas allegadas, por el contrario, no se tiene el más mínimo pudor en hermanarse el año pasado con una isla del Caribe Mexicano, y éste, con una ciudad del Perú.
Asimismo, tampoco se escatima en publicidad y propaganda, perdonen la ironía, tal y como están las cosas, siendo nuestro pueblo reiterado motivo de titulares en prensa local, regional e incluso nacional, no sería necesario gastar ni un céntimo en esta partida.
En definitiva, la política es un contrato entre los partidos que se presentan y los ciudadanos, el aspirante a representante elabora un programa, y en su función, los ciudadanos deciden votarle para que lo desarrolle. Esto nunca se ha cumplido, todo el mundo ha dado por hecho que los programas electorales estaban para incumplirlos, muchos de nuestros vecinos no se molestan en leerlos; pues no, es un contrato, y debiera ser vinculante.
Llegados a este punto, y ante mi reconocida imposibilidad de llevar al Pleno todas las reivindicaciones de nuestros vecinos, y habiendo visto que para una vez que unos cuantos de ellos se acercan para protestar por el nuevo endeudamiento, y la enésima subida de tasas municipales, ¿qué nos queda, cuando ya no nos queda nada?, sino el derecho a la protesta y el del pataleo!!!
Comunico, que el próximo viernes 22 de noviembre a las 19,30 voy a emprender un paseo desde la antigua Iglesia de la Compañía de Jesús hasta la puerta de nuestro Ayuntamiento, pasando por la emblemática y abandonada calle Mayor. No lo realizaré como miembro de UPyD, no voy a pedir a nadie el voto, por cuanto quedan casi 2 años para las elecciones; reitero, ni quiero ni busco que me votéis, (a día de hoy no tengo claro que me vaya a volver a presentar, la experiencia está siendo un poco desalentadora).
Simplemente, recojo el guante de todas aquellas personas que están deseando que la convoquen para protestar de manera pacífica. Si es esa vuestra intención, os pido que me acompañéis, y reitero las palabras "pacífica y respetuosamente".
Una vez en el Ayuntamiento, en el monumento del Moro y el Cristiano departiremos, -y toda vez que yo tengo el privilegio y la responsabilidad de defender vuestros posicionamientos en el Salón de Plenos-, me ofrezco a trasladarlos uno por uno. Ya os adelanto que lo primero que se trasladará será una moción para que se cambien los reglamentos municipales, en el sentido de que los vecinos de Caravaca tenga voz en los Plenos, se les arbitre un espacio para que puedan exponer sus inquietudes, sus preocupaciones, y sus problemas delante de sus representantes; los más mayores, nos recuerdan que antaño era así como funcionaba la cosa: pues bien, intentemos rescatar esta figura de participación.
Vuestros políticos, no son vuestros jefes, sino vuestros representantes, están a vuestro servicio, y no para daros la espalda y asfixiaros a impuestos y tasas (por vuestro bien), sino para escucharlos y en la medida de los posible ayudaros.
No busco anexiones personales, cuento con todos, da igual partido o ideología, incluso, con los votantes populares, me consta que muchos de ellos no se sienten partícipes de lo que está sucediendo.
Como siempre digo desde que me metí en política: ¡no es por qué estamos aquí, sino para qué!.
Fdo. Miguel Sánchez López.
Ciudadano de Caravaca y Concejal.