Una docena de restaurantes situados entre el casco urbano y la periferia de Calasparra el entorno del monumental Santuario de la Esperanza y su vía de acceso, junto a la vecina pedanía de la zona Sur (Valentín) , configuran parte de la guía gastronómica de la villa arrocera "Calasparra Mediodía". Donde se puede saborear el primer arroz con denominación de origen en una amplia variedad, hay mucho donde elegir: arroces melosos, caldosos, secos, en paella, incluso algún establecimiento apuesta por platos marineros del litoral murciano como la caldera, ¡A disfrutar!
Los arrozales de Calasparra son un ejemplo de cultivo sostenible en un entorno ecológico. Es que no consumen prácticamente agua, ya que esta fluye en todo el ciclo de cultivo, desde los canales y acequias hasta el río. A diferencia de otros arroces españoles, que se cultivan en deltas, albuferas y cursos bajos de los ríos, el de Calasparra se puede considerar un cultivo de montaña, ya que todas las parcelas están a una altitud de entre 350 y 500 metros sobre el nivel del mar. Con técnicas ancestrales, se extrae agua del río para inundar unas cajas a distintos niveles y devolver al río el sobrante. La tradición ha demostrado que, de las variedades de arroz existentes, son las de Balilla x Sollana y Bomba las que mejor se adaptan a las características especiales de la Vega Arrocera de Calasparra. Ambos están protegidos por la DOP. El Balilla x Sollana es un arroz blanco de grano redondo y excelente calidad, que al cocinarlo aumenta su tamaño hasta un 70% en longitud y grosor. Y el arroz Bomba, llamado la joya del Arroz de Calasparra, es un arroz blanco, pequeño y redondo, que al cocinarlo aumenta su tamaño hasta un 100%. Una de la mejor escapada gastronómicas, para degustar uno de los platos más universales de la cocina, después de un paseo turístico por la vega arrocera de Calasparra y su entorno.